Los Atlanta Hawks son en estos momentos, junto con los Brooklyn Nets, el conjunto con la peor racha de la NBA. Una sola victoria en los diez últimos partidos. Huelga decir que están fuera de Playoffs a día de hoy.
En una situación así, cualquier revolución, por pequeña que sea, puede resultar conveniente. Y la vuelta de un jugador de los más influyentes de la segunda unidad, puede ser un arreón interesante.
Mike Scott llevaba un importante periodo de baja (18 partidos oficiales perdidos) debido a su rodilla izquierda. Toca fase de aclimatación. Y, siguiendo la moda, nada como coger temperatura en la D-League.
Ya lleva un partido con el afiliado de los Hawks, los Delaware 87ers. Se le notó la escarcha; 2/7 en tiros de campo y un rosco de cuatro intentos en una de sus especialidades, el triple.
Pero Mike Budenholzer ya ha declarado que la Liga de Desarrollo es el mejor camino para tener «minutos útiles y competitivos». Al menos permanecerá en la «cantera» dos partidos más.
Una vez recuperado y con ritmo, sus compañeros sin duda agradecerán tener de vuelta su intensidad, sus mates, su entrega y su tiro de tres.