Pocas noticias mejores ha podido recibir Mike Woodson en los últimos días que la confirmación de la continuidad de Glen Grunwald. Los Knicks confirmaron que el hasta ahora General Manager interino de la franquicia continuará al frente de la dirección deportiva del equipo de pleno derecho.
Woodson, quien aún tiene la etiqueta de entrenador provisional tras hacerse cargo del equipo tras la destitución de Mike D’Antoni, es viejo amigo de Grunwald, con quien coincidió en su época universitaria en Indiana. De hecho, el técnico ha admitido que uno de los principales motivos por los que aceptó llegar a New York para ser inicialmente asistente de D’Antoni fue la presencia de su Grunwald en los despachos del Madison Square Garden. Y la relación puede prolongarse más allá del verano.
«Woody (Woodson) está haciendo un trabajo fantástico», afirmó Grunwald en declaraciones recogidas por el New York Post. «No puedo darle suficiente crédito por el trabajo que está haciendo. Normalmente los cambios de entrenador no acaban resultando en una mejora tan radical en la actuación del equipo». Aunque Grunwald no quiso confirmar si planea mantener a Woodson al frente del equipo a final de temporada, estas declaraciones, y la política continuista de los Knicks en su estrategia deportiva suponen un serio espaldarazo a la labor del técnico.
El apoyo de Grunwald no es el único que el ex-técnico de los Hawks ha recibido en los últimos días, tras las palabras elogiosas de Carmelo Anthony, la estrella de los Knicks, quien declaró que le gustaría seguir jugando a las órdenes de Woodson.