Esta Francia quizás no imponía tanto como la de semifinal del Eurobasket. Quizás porque les habíamos ganado el último envite; quizás porque Tony Parker no llegaba tan fino; quizás porque, mientras en Europa el coco eran los galos, aquí había un peldaño —o siete pisos— más esperando en semis. Estados Unidos.
¿Qué cambia esto? Nada. Absolutamente nada. Vencer a Francia en competición oficial siempre es una hazaña. Su plantel venía cargado de nombres y renombre. Los habituales. Dejar en la cuneta a los Parker, Diaw, Batum, Gobert o Gelabale en la lucha por la medalla olímpica tiene valor exclusivo. Hacerlo además de la manera que lo hizo ayer España, por 25 puntos de margen, dilata el mérito.
Y todo esto cuando hace apenas diez días nos veíamos con pie y medio fuera de Brasil tras el peor arranque posible, con dos derrotas consecutivas. Así pues, al término del choque, Juan Carlos Navarro no se quería olvidar de nadie a la hora de dedicar la victoria. «Quiero dedicarle esto a los aficionados que creen en nosotros, a los que no, que hay muchos, y que otra vez se subirán al carro, a mi familia, amigos y a todo el baloncesto español».
Mejor bajo presión
Pero parece que tiene que ser así. Que para que la selección de Scariolo saque lo mejor de sí, debe verse contra las cuerdas. Es entonces cuando despliega todo su potencial. “Alguien dijo, no sé si Víctor [Claver], en unas declaraciones que leí que nos gusta estar así y es verdad. Parece que en los momentos claves el equipo está muy unido y sabe lo que tiene que hacer”, decía a los micrófonos el héroe del partido, Nikola Mirotic.
«Estoy muy contento y orgulloso por cómo hemos estado frente a una situación crítica. Dice mucho de este equipo», refrendaba Pau Gasol. «Lo que marca la diferencia de este equipo es la unión y la comunicación en defensa».
Y a este pensamiento también se une otro que sacó ante Francia la mejor de sus caras —la más descarada—, Rudy Fernández. «Somos un equipo y se ha demostrado al final que si nos poníamos en defensa sacaríamos los partidos. Hemos luchado mucho para llegar a este momento. Es algo increíble», explicó el balear. «No empezamos de la mejor manera, pero el carácter de este equipo es increíble».
Espera USA
Mañana habrá tiempo de sobra para meterse en materia, encender los fogones y caldear el sofrito. Pero es inevitable. Nos los vamos a encontrar antes de lo esperado. Antes de lo soñado. Lo utópico era pelearles el oro y conformarse con la plata. Tocará antes dar el do de pecho. El coco, el villano, el malo de la última pantalla del videojuego, llega ya.
«Tenemos una semifinal presumiblemente contra Estados Unidos y si otros le han dado guerra, nosotros seguro que también», vaticinaba Navarro antes de que se disputara el choque entre USA y Argentina.
Rudy se mostraba cauto y sacaba su respuesta del manual. «Si pasa [EE.UU] es un rival muy difícil, pero estamos en la lucha por las medallas que es lo que queríamos».
Sergio Llull por su parte, se sacudía cualquier posible presión al tiempo que rompía una lanza en favor de la selección española. «Estados Unidos es el principal favorito y será complicado. Tiene jugadores muy atléticos. Ahora a descansar y a disfrutar de la semifinal. No necesitamos dar golpes en la mesa. La trayectoria avala a este equipo. El que confíe en nosotros es bienvenido”.
Gasol, una vida en América y embajador insuperable, asume el reto. «Sería un partido muy bonito para el espectador. Para el jugador es un reto y una oportunidad de luchar para una final olímpica».
Cerramos con ‘El Chacho’ Rodríguez, contundente como ninguno. «Es verdad que llegamos en las mejores condiciones a este tramo del torneo. Ganar a cualquiera depende del momento. No nos podemos plantear si vamos a ganar o no. Hay que salir con todo”.