¿Mes nuevo vida nueva? Los Cavaliers dieron una lección de baloncesto en el primer día de febrero tras un enero más que dubitativo. El conjunto de Ohio se impuso a Minnesota por 125 a 97, el resultado más negativo de los Wolves en lo que va de campaña.
Dos partes diferenciadas
El encuentro llegó igualado al descanso, pero fue entonces cuando los de Tyronn Lue pusieron una marcha más y se escaparon en el marcador. Con un juego colectivo que hacía mucho tiempo que no se veía en Cleveland, los Cavs repartieron nada menos que 37 asistencias —récord de la temporada para ellos— para enterrar cualquier opción de los Timberwolves.
LeBron James fue el mejor de la noche. El alero anotó 27 puntos, repartió 12 asistencias y capturó 8 rebotes, cifras que adornó con una efectividad de 11 de 14 en los tiros de campo. Kyrie Irving aportó 14 tantos y 14 asistencias, Kyle Korver llegó a los 20 tantos en su mejor partido con su nueva camiseta y Tristan Thompson y Channing Frye registraron 18 puntos cada uno.
Por los Wolves el más destacado fue el habitual, Karl-Anthony Towns. El pívot se marchó a los vestuarios no sin antes lograr 26 puntos, 12 rebotes, 4 asistencias y 2 tapones. Andrew Wiggins anotó 23 puntos y Ricky Rubio confirmó su buen momento en ataque con 14 puntos y 13 asistencias encestando 5 de sus 11 lanzamientos.
Esperando a Love
Kevin Love no pudo jugar contra Minnesota y volvió a ser baja. El ala-pívot, aquejado de problemas de espalda desde hace días, se perdió su segundo partido consecutivo y solo fue capaz de disputar 12 minutos en el último encuentro que estuvo en pista. Aún así Lue espera que Love pueda volver a jugar el sábado cuando Cleveland se enfrente a los Knicks en el Madison Square Garden.