Pau Gasol firma un partido casi perfecto ante los Lakers

De los ya 4 equipos NBA por los que ha pasado Pau Gasol desde 2001, su etapa en los Lakers es la más memorable. Los dos anillos de campeón que decoran su carrera fueron logrados con el equipo angelino, a la vez que empezó a vivir el declive de la franquicia del que solo ahora parecen recuperarse. El hoy jugador de los Spurs aprovechó la visita de su ex-equipo para lograr uno de sus mejores partidos de la temporada y contribuir a una dolorosa paliza por 40 puntos de ventaja: 134-94.

Heridos y peligrosos

Fue la victoria más abultada para San Antonio en la dilatada lista de enfrentamientos entre los dos equipos del Oeste con más campeonatos. Los Lakers pagaron su falta de pegada defensiva ante unos Spurs sin ganas de confiarse tras perder dos días también en casa antes ante Milwaukee. Desde el principio quedó claro que la mentalidad era mucho más agresiva, pasando por encima de su rival sin ningún tipo de compasión.

Y dos jugadores parecieron tener la lección especialmente aprendida. Kawhi Leonard fue el gran ejecutor en la primera mitad, anotando 23 de sus 31 puntos (con un excelente 10/13 en tiros de campo) antes del descanso. Pero fue la visión y acierto de Pau Gasol la que dejó huella. El pívot, que terminó con 22 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias, fue una pesadilla para la defensa de los Lakers por su casi infalible efectividad.

Gasol terminó con un 9/9 en tiros de campo y 4/5 en libres. Solo el argentino Fabricio Oberto, quien firmó un 11/11 en 2006, anotó más canastas sin fallo con la camiseta de los Spurs. La clara ventaja de San Antonio y la inclinación de Gregg Popovich por no forzar a sus jugadores evitó que Gasol fuera a por ese récord o a por un triple-doble perfectamente alcanzable.

Acostumbrados a su pesar

Los Lakers apenas hicieron más que ejercer de ligero estorbo para el vendaval ofensivo de San Antonio, que acabaría con un 60,5% de acierto global en tiros de campo y 36 asistencias por solo 12 pérdidas. En la segunda derrota consecutiva por al menos 20 puntos (venían de perder de 21 ante Portland), Julius Randle volvió a ser lo más salvable del equipo angelino con 22 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias.

Las derrotas por paliza se han convertido en una dolorosa seña de identidad de los últimos malos tiempos de los Lakers. Antes de marzo de 2014, la segunda franquicia con más campeonatos de la historia de la NBA había perdido solo 4 partidos por al menos 40 puntos de desventaja. Con la de San Antonio, ya suman 5 en los casi tres años siguientes. Luke Walton, su entrenador, tiene todavía mucho trabajo por delante para reconstruir un carácter ganador en los Lakers.


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