El 18 de septiembre será muy especial para uno de los iconos de Indianapolis. Tamika Catchings, una de las mejores jugadoras de la historia, disputará su último partido de temporada regular tras 16 años como profesional, todos con Indiana. Una vez MVP, 10 veces All-Star y cuatro veces campeona olímpica, incluyendo el oro de Río 2016, Catchings no cerrará todavía su carrera de forma definitiva (sus Fever están ya clasificadas para los Playoffs), pero el otro baloncestista más ilustre de la ciudad ha querido convertir ese partido en una fiesta de homenaje.
Paul George ha pagada de su propio bolsillo 5.000 entradas para el partido entre Indiana Fever y Dallas Wings (equipo ya eliminado para Playoffs) para regalar entre los aficionados que quieran asistir. Según la franquicia, cada interesado podrá adquirir un máximo de cuatro entradas de forma gratuita a partir del viernes en el Bankers Life Fieldhouse, el pabellón que comparten las Fever y los Pacers. El gesto de George no solo sirve para reivindicar a una jugadora que lideró a su ciudad al título en 1992, sino a quien considera su «hermana mayor».
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El respeto de Paul George hacia Tamika Catchings llega hasta tal punto que, según confesión propia, cambió su dorsal 24 al 13 actual para no coincidir con el de la jugadora de las Fever, afirmando que «solo puede haber un número 24 en Indy». Con 37 años, Catchings es todavía una de las mejores jugadoras de la liga, promediando 12,7 puntos y 4,8 rebotes en la que será su última temporada como profesional. Indiana, ya matemáticamente en Playoffs, es el 6º equipo con mejor balance de la WNBA a pocos días del final de la temporada regular.