The process empieza a dar sus frutos. Cuando Brett Brown aceptó hacerse cargo de los Philadelphia 76ers, sabía que la tarea que tendría sería dura durante un largo periodo; es más, tras enlazar varias campañas en las que ganar era como un milagro, no fueron pocos los que pensaron que era imposible que llegasen a algo con el sistema establecido.
Se equivocaron. Pese a que Browm acumula actualmente un doloroso balance de 47-199 en su carrera, el presente se mide por los siete triunfos que han logrado en los diez últimos partidos; un paso al frente que a nadie satisface mas que a su mentor: Gregg Popovich.
«Es una de mis alegrías en la vida verles ganar partidos de baloncesto, porque si hay algún equipo que se lo merece, es el de estos tipos. Lo han tenido muy complicado por todas esas razones obvias», explica a ESPN.
Halagos para su pupilo
Popovich, cuya etapa en los Spurs comenzó en 1996, coincidió con Brown en San Antonio desde el año 2000 hasta 2013. Con tanto tiempo compartido, no extraña que hable tan cariñosamente de él. «No hay nadie en nuestro negocio que sea más positivo, más optimista en el día a día, ni que esté más preparado para enseñar y querer que Brown. Es único. Un tipo único».