El anterior convenio colectivo de la NBA marcaba que el día 15 de noviembre se producía el primer cobro de los doce que reciben los jugadores al año. Ayer fue ese día y con los partidos suspendidos y la liga bloqueda ese cobro no se produjo. Según CNBC, esto produjo una media de pérdidas por jugador de 220.000 dólares. Además ayer fue el día después de la petición de disolución del sindicato de jugadores.
Tanto el director ejecutivo de la unión, Billy Hunter, como su presidente, Derek Fisher, anunciaron que las negociaciones estaban en punto muerto y que en 48 horas presentarían una demanda. Con esta demanda se pretende que un juzgado considere ilegal el cierre de la liga iniciado el pasado 1 de julio. Anoche el sindicato explicó los motivos por los que se había presentado la demanda.
No obstante, además de que los jugadores rechazaran la oferta de reparto del 50% de los ingresos y comenzar una temporada de 72 partidos el 15 de diciembre, existen grandes diferencias en otros aspectos del sistema de la liga. Uno de los que más problemas conlleva es el del impuesto de lujo, algo que según el sindicato dificulta mucho el mercado de agentes libres y restringe el movimiento de los jugadores. Este aspecto, según Hunter y el comisionado David Stern, pone la temporada en serio peligro.
Stern, en una entrevista en ‘SportsCenter’ de ESPN, criticó que no se llevara esta medida a votación entre todos los miembros del sindicato y una vez más, criticó a uno de sus abogados, Jeffrey Kessler: «Obviamente el señor Kessler se salió con la suya y estamos a punto de entrar en el invierno nuclear de la NBA. Si yo fuera jugador, me estaría preguntando qué es lo que Billy Hunter acaba de hacer». Se esperaba que Hunter hubiese respondido al ultimátum de la liga, diciendo que se podía someter a voto de todos los miembros siempre y cuando la liga aceptase de tres a cinco enmiendas clave.
Fuente: ESPN