Ha querido la casualidad que cuatro de los jugadores más interesantes que están considerando o intentando un regreso a la NBA tras al menos una temporada de ausencia procedan de la misma universidad: Ray Allen, Emeka Okafor, Ben Gordon y Richard Hamilton los cuatro salidos de la prestigiosa UConn. En el caso del ex-alero de Wizards, Pistons y Bulls, fuera de las canchas desde 2013, su decisión definitiva sobre volver a la competición de élite no debería tardar demasiado.
“Me tomaré otra semana” para decidir su futuro, explicó Hamilton en una entrevista al Hartford Courant. “Es un proceso. Ya no tengo 26 años. Cuando te haces mayor, tu cuerpo no responde a lo que quieres que haga todo el tiempo. No puedo querer lanzarme y acabar lesionándome. Quiero ser capaz de jugar una temporada de 82 partidos. Es posible. Todavía al 50%. Puede ir en cualquier dirección”. El alero, de 38 años, reveló que en casa le están impulsando a volver.
El amor familiar
“Mis dos hijos mayores me dijeron hace un par de semanas: ‘Papá, ¿por qué no vuelves a jugar?’, y les respondí: ‘la razón por la que dejé de jugar es para poder pasar tiempo con vosotros’” Y ellos dijeron: ‘no, papá, queremos verte jugar’”. Según el propio “Rip” Hamilton, su agente ha estado en contacto con franquicias NBA para explorar el interés en su regreso a las canchas, pero el alero aún no le ha dado la autorización definitiva para negociar su incorporación a un equipo.
De vuelta a Connecticut, Hamilton disputó un partido amistoso de antiguos alumnos de la universidad en el que llegó a anotar 6 triples. Un buen adelanto de lo que podrá ser su regreso. “Al principio, solo era cuestión de correr de arriba abajo en la cancha y no lesionarme”, explicó. “En la segunda mitad, (me dije) ‘ok, vamos a hacer más cosas, esforzarnos un poco más y a ver cómo reacciona el cuerpo’. Al día siguiente te sientes bien. El día que viene después es cuando sientes los dolores y es cuando lo sentí, y pensé para mí mismo ‘¿Realmente quieres pasar por esto otra vez’?