Que te traspasen a cambio de una futura segunda ronda, es decir, prácticamente por nada, tiene que aportar la suficiente motivación como para querer reivindicarte con tu nuevo equipo.
Y algo así podría ser la situación de Roy Hibbert, quién el pasado 9 de julio aterrizó en Los Angeles Lakers. El pívot ha trabajado a lo largo del verano para llegar en plena forma al Training Camp. El diario Los Angeles Times informa que ha perdido algo más de 6 kilogramos.
«Cuando vi cómo ha variado la tendencia de los hombres grandes con la victoria de Golden State Warriors, empecé a cambiar un poco», explicó el jugador.
En su llegada a los Lakers, Hibbert aceptó solamente 100.000 de los 2,3 millones de dólares que le correspondían por la cláusula ‘trade kicker’. El objetivo era que pudieran acometer los fichajes de Lou Williams y Brandon Bass.
«A largo plazo era una obviedad», admitió Hibbert sobre su decisión. «Si hubiera querido mis 2 millones y el traspaso no hubiera podido completarse, me habría vuelto a Indiana y no hubiera tenido mis 2 millones de todos modos. Habría tenido una dura batalla para intentar estar en la cancha. Ojalá pueda hacer ese dinero a largo plazo si juego bien», destacó.
Hibbert aterriza en el equipo de oro y púrpura en horas bajas. El pasado año logró los peores números de su carrera desde su temporada de novato: 10,6 puntos, 7,1 rebotes, 1,1 asistencias y 1,6 tapones en poco más de 25 minutos de juego.