Russell Westbrook estropea el estreno navideño de Minnesota

Ni siquiera en los mejores años de Kevin Garnett, los Timberwolves habían tenido la oportunidad de disputar un partido en Navidad. El prometedor bloque con el que Minnesota arrancaba la temporada convencía a la NBA de darles un duelo en horario de máxima audiencia. Pero, de momento, los Wolves no están todavía para estos escenarios. Oklahoma City, con un Russell Westbrook resolutivo, acabó derrotándoles por 112-100.

El base, y sus Thunder por extensión, tardaron en explotar. La defensa de Ricky Rubio ralentizó su inicio de partido, y el trabajo de Karl-Anthony Towns (26 puntos) y Andrew Wiggins (23) daban una ligera ventaja a Minnesota. Westbrook solo hacía auténtico peligro conectando con Steven Adams (22 puntos), espléndido a la hora de aprovechar las asistencias de su compañero.

Muerte, impuestos y Westbrook

Pero la entrada en calor de Russell Westbrook era inevitable. El frágil dique de contención de los Timberwolves hizo pronto aguas. 13 puntos en el segundo cuarto, apoyado por un espléndido Enes Kanter (20 puntos) cubriendo bien sus descansos, relanzaba a Oklahoma City para adelantar a Minnesota. Con escasos recursos para responder con la misma contundencia, los Timberwolves iban bajando su nivel.

Y, tras el descanso, Westbrook fue tan letal como de costumbre. Inteligente en su toma de decisiones y fulgurante a la hora de ejecutarlas, Minnesota se fue diluyendo. Sus números finales, incluso pagando un lento inicio, volvieron a ser de estrella: 31 puntos, 15 asistencias y 7 rebotes (3 ofensivos). De nuevo suficiente para asegurar la victoria incluso en ausencia de un compañero de juego exterior tan importante como Victor Oladipo.

Espíritu navideño

Con el partido decidido y con los Timberwolves bajando los brazos, Russell Westbrook destapó su privilegiado catálogo de pases. Sus compañeros recibieron un buen surtido de regalos navideños al contraataque, desequilibrando un marcador que llegó a mostrar 20 puntos de ventaja para OKC. Claramente entusiasmado por la experiencia y por la victoria, Westbrook lo celebró incluso chocando la mano de un joven aficionado en primera fila.

El esfuerzo final de Shabazz Muhammad (15 puntos) dejó el resultado más decoroso para Minnesota, pero no cambió demasiado las sensaciones. Con un balance de 9-21, empatados en el último puesto del Oeste con Suns y Mavs, y superados en el partido más esperado del año, los Timberwolves siguen lejos de concretar sus luminosas promesas de futuro en un todavía oscuro presente.


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