Si la extensión de contrato que Russell Westbrook firmó este pasado verano con los Oklahoma City Thunder hubiera tenido que salir de los bolsillos de la ciudadanía, las arcas públicas hubieran reunido el dinero suficiente en cinco minutos. El estado de OKC, la ciudad, la franquicia, los aficionados… todo el mundo idolatra a Westbrook. Y tanto es así que el base de los Thunder recibirá próximamente el mayor honor para un residente en la ciudad. Y, nada menos, que de la mano de Michael Jordan.
Westbrook será investido el próximo 17 de noviembre como nuevo miembro del Oklahoma Hall of Fame, pedestal al cual solo acceden los más honorables representantes del estado de Oklahoma, tal como se hicieron eco los principales medios americanos en los últimos días.
Más si cabe, el honor es doble dado que Westrbrook no es oriundo de OKC, sino que se aposentó allí desde su llegada a los Thunder, en 2008.
Y todavía más honra supone el apadrinamiento de Michael Jordan, quien será el encargado de introducir a Westbrook como ciudadano inmortal de OKC en la ceremonia, que se celebrará el próximo 17 de noviembre. Como resulta lógico, la presencia de M.J. es una dignidad excelsa para Westbrook.
«Es un enorme honor en sí mismo el simple hecho de que MJ venga a Oklahoma y tome parte en las celebraciones del Oklahoma Hall of Fame. Significa mucho para mí que esté ahí y es algo que no se puede infravalorar», declaró Westbrook sobre el rol de Jordan en la cita.
Ataques USA-Europa
Precisamente Westbrook fue el protagonista de unas declaraciones atípicas e interesantes en los últimos días. Éstas llegaron al hilo de la gira de los Thunder por España, jugando contra Barcelona y Real Madrid, y apuntando a la diferencia de conceptos de ataque en Europa y la NBA.
«Sus ataques son diez veces mejores que en la NBA porque tienen mucho movimiento. Mucho movimiento y no tanto talento, por eso tienen que hacer más cosas para poder anotar», dijo Westbrook en declaraciones rescatadas por el periodista Fred Katz.
Habiendo más de un océano de diferencia entre ambos mundos ofensivos, NBA y Europa, la apreciación de Westbrook trata de justificar la inexistente supremacía de Oklahoma City ante Madrid y Barcelona.