Serbia será el último obstáculo de EE.UU. en su camino al oro

En un partido con mucha menos historia de la que prometía, Serbia avasalló a Australia por un rotundo 87-61, clasificándose para una final olímpica 20 años después de Atlanta 1996, aún bajo la denominación de Yugoslavia. El rival, como en aquella cita, volverá a ser Estados Unidos en un duelo que también reeditará la última final del Mundial, disputado en España en 2014. Si en aquella ocasión Serbia solo aguantó un cuarto al potente Team USA, el equipo entrenado por Sasha Djordjevic espera ser un rival mucho más duro.

En las semifinales olímpicas, Serbia mostró sus mejores virtudes. Desde una defensa asfixiante que anuló al ataque australiano, uno de los mejores del torneo hasta entonces, hasta la dirección majestuosa de Milos Teodosic, quien también hizo daño de cara a canasta sumando 22 puntos y 5 asistencias en los 22 minutos que estuvo en cancha. Todo un cambio respecto al equipo que acabó la primera fase con un poco vistoso balance de 2-3 y que llegó a caer ante la propia Australia por 15 puntos.

El resultado en la primera mitad, 33-14, explicó muy bien lo sucedido, con Patty Mills y Matthew Dellavedova, los héroes de la primera fase, incapaces de anotar o de dar buenos pases a sus interiores. Los aussies tendrán ahora que pelear por el que sería su primer bronce en un campeonato de ámbito mundial ante España el domingo. A continuación, llegará el gran momento de Serbia ante Estados Unidos, un rival al que ya conoce bastante bien.

Los precedentes recientes

Desde la separación definitiva con Montenegro en 2006, Serbia no había conseguido clasificarse para ningunos Juegos Olímpicos hasta esta edición, aunque había recuperado su estatus de potencia en los Mundiales de 2010 (4º) y 2014 (2ª). En esta última edición, Estados Unidos rompió su sueño dorado imponiéndose con claridad por 129-92. Serbia dio batalla en los primeros minutos (llegó a ponerse con un 7-15 a favor para abrir el partido), pero un espectacular Kyrie Irving, quien sería nombrado MVP del torneo, rompería la ilusión de su rival.

9 de lo 12 jugadores serbios que disputaron aquel partido estarán disponibles para la final olímpica. Por contra, solo cuatro jugadores estadounidenses (Klay Thompson, DeMar DeRozan, DeMarcus Cousins y el propio Irving) repetirán. Esta continuidad del proyecto serbio será una de sus principales ventajas ante un Team USA que ha sufrido tanto en defensa como en ataque estático en algunas ocasiones, y muy especialmente, en lo que fue el enfrentamiento directo entre ambos equipos en la fase de grupos.

Nadie se quedó más cerca de ganar a Estados Unidos en Río 2016 que Serbia. Bogdan Bogdanovic tuvo un triple abierto sobre la bocina que hubiera mandado el partido al tiempo extra. Falló. En el resto del partido, pese a la constante ventaja estadounidense en el marcador (Kyrie Irving y Paul George fueron los mejores en ataque), Milos Teodosic y Nikola Jokic enloquecieron en ocasiones a su defensa. Un buen precedente para demostrar que la historia de lo sucedido en la final del Mundial de 2014 no debería repetirse necesariamente en Río 2016.


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