Dicen que no existe peor perseguidor para el montañés confiado que un jabalí con notables heridas físicas. Bien podría aplicarse esa cautela (pero elevada a mil) a un MVP de la NBA, uno que esté en horas bajas. Jamás le subestimes, nunca bromees públicamente (en privado tampoco) sobre su capacidad, ni mucho menos menoscabes sus prestaciones. Su redención puede ser terrible.
Y algo así parece haber ocurrido a lo largo de la Final de la conferencia Oeste, en la que Oklahoma se las prometía muy felices pero los Warriors reinventaron la definición de sorpresa. Echando la vista unos días atrás, con el 3-2 soplando a favor de los Thunder, los ánimos del equipo de Billy Donovan hasta divisaban el arco de triunfo de las Finales.
Tanto fue así que Russell Westbrook no pudo evitar filtrar algo de risa, en plena rueda de prensa, cuando a Kevin Durant (sentado a su vera) una periodista le preguntó si creía que «Stephen Curry estaba infravalorado defensivamente».
La cuestión venía a cuento de que Curry había efectuado un robo crucial al final del partido que que los Warriors aterrizasen de pie y forzasen el Game 6 de la serie.
Línea de respeto
Entendámoslo, no es una declaración susceptible de pena carcelaria, pero sí traspasa de manera más o menos amplia la línea del respeto. Más tratándose de un jugador que acaba de renovar sus votos como MVP de la NBA.
Tras la reacción de Westbrook, Curry no dejó que su lengua entrara en contacto con el veneno. Alegó que tiene un compañero como gran defensor, Andre Iguodala, y que es cierto lo que decía Durant de que muchas veces no defiende a los mejores exteriores. Sin embargo, la respuesta de Curry llegó a pie de Oracle Arena y Chesapeake Energy Arena.
En los partidos sexto y séptimo de la serie, el base de Golden State capeó el temporal eléctrico de Oklahoma, con ayuda de Klay Thompson. 31 puntos, 10 rebotes, 9 asistencias y 2 robos en la penúltima noche, para explotar con sus 36 tantos de anoche para romper la historia.
«Nada no visto»
La lengua de Westbrook tampoco estuvo altamente respetuosa antes de comenzar la serie, cuando alegó que «Curry no es nada que no haya visto antes». Comentarios subjetivos pero que seguro podían traicionar más que el propio silencio o un aporte más comedido.
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Y después de las leves espinas en rueda de prensa, ambos jugadores notaron cierto calambre cuando entraron en contacto durante el final del Game 7. Tensión y ganas de llegar a la Final boyantes se tradueron en un pequeño intercambio de pareceres en absoluto con tono airado o excedido.
MVP Curry
Así, los triples y la perspicacia infinita apagaron las llamas. Las declaraciones de Westbrook bien pudieron ser un azote más a la motivación de Curry. Dicho lo cual, queda claro que nunca debe subestimarse a un gran jugador de la NBA, mucho menos a un MVP como Stephen.