Los Hornets apostaron por traerse de Indiana a Lance Stephenson, esperando que lograse sacar brillo a sus portentosas habilidades e intentando limar sus “idas de olla” durante los partidos.
Sin embargo, su llegada les salió mal; y en ese río revuelto, quien decidió pescar fue Doc Rivers, rescatando al escolta para su proyecto en los Clippers.
Pasado ya un tiempo de su salida de los Hornets, Stephenson ha afirmado que en la franquicia no supieron aprovechar su talento y no le trataron como a una estrella.
“Yo estaba [siempre] esperando en la esquina. Eso no es de intentar ser una estrella. Una estrella normalmente es quien tiene la bola”, dijo el jugador para Orange County Register.
Ahora, en su nueva etapa en Los Angeles, tampoco tiene pinta de que vaya a ser considerado como la gran referencia del equipo. Primero, porque eso parece algo destinado a Chris Paul y Blake Griffin; y segundo, porque en la mente de Rivers está que Stephenson parta desde el banquillo.