La NBA ha anunciado que Steve Kerr ha sido multado con 25.000 dólares por dirigirse con un lenguaje inapropiado a los árbitros, así como por no abandonar la pista en el momento que debía hacerlo.
El incidente ocurrió durante la derrota de Golden State Warriors ante Sacramento Kings, exactamente cuando restaban 3:34 minutos para la finalización del tercer cuarto y su jugador, Kevon Looney, era sancionado con dos faltas personales seguidas al pelear sendos balones sueltos.
A Kerr no le gustaron nada las decisiones arbitrales y acabó siendo expulsado tras gesticular y repetir insultos dirigidos a los árbitros. Tal fue su enfado que debió ser sujetado a mitad de cancha por su asistente, Mike Brown.
Aceptó la expulsión
Tras el partido, el entrenador de los de Oakland dejó claro que le pareció correcta la decisión del árbitro. «Tengo lo que me merecía. Merecía ser expulsado y es lo que obtuve. No tengo quejas», comentó antes de bromear respecto a como le interceptó Brown. «Mike actúa como si fuese a atacar a alguien».