Fue el movimiento del verano y más de dos meses después se le sigue dando vueltas. Kevin Durant cambió Oklahoma City por Golden State y con ello a los que han sido sus compañeros desde hace años. Uno de ellos, Steven Adams, se muestra entre comprensivo e indiferente con la ahora estrella de los Warriors.
«Fue una sorpresa, compañero, pero sí… bueno…», expresa en declaraciones a The Oklahoman antes de finalizar con un: «Si él es feliz, todo bien.»
Según informaciones pasadas, el vestuario de los Thunder estaba algo molesto por la manera en la que Durant cambió de equipo; sin embargo, parece que el paso del tiempo está calmando las aguas.
¿Nuevos roles?
La marcha de Durant –unida a la de Serge Ibaka–, ha dejado cierto vacío en la rotación, ya que ambos acaparaban gran parte del juego. Cuestionado por ello, el pívot afirma que simplemente deben jugar. «No voy a volverme loco ni nada por el estilo. Es un juego de cinco chicos, ¿verdad? Así que se trata únicamente de interiorizar lo que diga el entrenador sin tener en cuenta otras cuestiones».