La discreción fuera de las canchas de Tim Duncan es casi legendaria. Sus 19 años en la NBA hasta su retirada hace unas semanas estuvieron marcadas por los éxitos deportivos, pero a la vez una presencia pública especialmente escasa para una estrella de su calibre. Esa característica no parece cambiar ya como ex-jugador, e incluso el presidente Barack Obama ha sido testigo de la algo ermitaña personalidad de uno de los mejores jugadores de la historia, al menos según el testimonio de alguien con el que compartió vestuario durante años.
Desde Río de Janeiro, donde estuvo en un evento promocional de la NBA, Bruce Bowen explicó a Sports Illustrated una reveladora historia sobre su ex-compañero en los Spurs. «Su legado va a ser siempre ser la persona clave en San Antonio y alguien que no estuvo preocupado por los focos», explicó Bowen. «Pero si lo estuvo de forma más importante por los demás, asegurándose de que alcanzaran su máximo potencial. No siempre encuentras personas así.»
«Y es curioso que recibió una oferta para viajar aquí con el Presidente de Estados Unidos», continuó el jugador. «Y lo habló conmigo y le dije ‘vas a ir, ¿no?’, y él dijo ‘sabes que no me interesan esas cosas’. Incluso en ese momento uno diría ‘estoy seguro de que me gustaría ser parte de eso’. Pero no ocurre con Tim porque no le interesan ese tipo de cosas». Toda una declaración d e intenciones para Tim Duncan, quien ya conoció de cerca la experiencia olímpica tras participar en Atenas 2004.