18 puntos abajo, pero esta vez los Timberwolves no tiraron la toalla.
Victoria de Minnesota por 117-112 ante Toronto, con un Karl-Anthony Towns sencillamente espectacular a la hora de comandar la remontada.
El rookie se fue hasta los 35 puntos y 11 rebotes, estando apoyado por Andrew Wiggins, quien anotaría 13 de sus 26 puntos en el último cuarto. A la fiesta se añadió Ricky Rubio, con 19 puntos, 8 asistencias y otros 8 rebotes.
En la dirección correcta
Wiggins explicaba al término del encuentro que fue en el vestuario cuando todos tomaron conciencia de que debían y podían darle la vuelta al partido si ajustaban ciertas cosas.
“Intentamos darle la vuelta en el vestuario, hablando entre nosotros y nos dimos cuenta de lo que teníamos que hacer”, explicaba Wiggins. “Nos dimos cuenta dónde teníamos que trabajar y continuamos haciéndolo”.
Ganar a un equipo que había vencido 14 de sus últimos 15 partidos era una tarea realmente complicada, pero como señaló el mismo Wiggins “ahora vamos en la dirección correcta. Tenemos las piezas correctas, tenemos talento. Ahora sólo hay que poner todo junto”.
Castigando los tiros libres
Los tiros libres fueron uno de los suplicios de los Raptors. Hasta 53 veces acudieron los Wolves a la línea y castigaron a los canadienses en 43 ocasiones (por las 24 en sentido contrario).
DeMar DeRozan tendría 35 tantos, pero Kyle Lowry se vería limitado a 14 puntos y 7 asistencias, lo que minó el rendimiento final del equipo.