La resonancia magnética que se le realizó a Tony Parker durante el día de ayer confirmó que el jugador sufre una tensión de grado 1 en el tendón de la corva, lo que provoca que su estado sea de día a día, y aún no se sabe si jugará el Game 4 ante Miami.
Sin embargo, el base de los Spurs se ha mostrado positivo ante la noticia puesto que «se confirmó que lo que tengo no es una fisura o un desgarro. Ahora sólo queda ver cómo me encuentro mañana [hoy]. Realmente espero jugar«.
Parker también confesó que, además de ponerse hielo, deberá utilizar algún tratamiento complementario, al tiempo que señaló que es la primera vez que se enfrenta a una molestia de este tipo.
«Fue una sensación extraña», añadió Parker. «Quería asegurarme con los doctores de que todo estaba bien y jugué dos minutos en el cuarto. Ganábamos por mucho y Pop no quiso tomar riesgos. Si hubiera sido temporada regular, desde luego que hubiera descansado. No jugaría. Hablaré con él [Popovich], pero son las Finales. Él preferirá que no tome ningún riesgo».