Trump se cuela entre Stephen Curry y Under Armour

Hasta ahora habíamos conocido el rechazo casi generalizado de la NBA a Donald Trump. Sin embargo, lo que no esperábamos era que la presencia del nuevo presidente de Estados Unidos pudiese hacer que se tambalease, o al menos enturbiase, la relación de Stephen Curry y Under Armour. Pero así ha sido.

Todo empezó con la intervención de Kevin Plank, jefe de la compañía, en CNBC, donde comentó que el nuevo ‘jefe’ de la potencia norteamericana es un «asset» (activo) para el país; es decir, un elemento positivo para el desarrollo del mismo.

La respuesta del base de Golden State Warriors no ha podido ser más clara. Curry ha dicho directamente que está de acuerdo siempre que se le quite el «et» final. Todos podemos sacar la palabra resultante con la que define a Trump.

Con ese enfado no extraña que Plank, sabedor de que Curry es sin duda la imagen más importante de su marca, le llamase personalmente para explicarle que lo que dijo responde a una perspectiva empresarial, y que en ningún caso comparte las controvertidas opiniones del presidente. El dos veces MVP parece haber quedado conforme, por el momento, con lo escuchado.

«Pasé todo el día de ayer al teléfono hablando con un número incontable de personas de Under Armour y con quienes trabajan junto a Kevin Plank, tratando de entender qué estaba pasando. El comunicado que KP hizo esta mañana y lo que me dijo anoche, esa es la Under Armour que conozco. Esa es la marcha que sé que ha construido […]», asegura en declaraciones a The Mercury News.

Cuestión de principios

Sabedor de que los negocios a veces van por un camino propio, Curry no ve problemas en una relación profesional siempre que esta no afecte a los valores de la marca. «Es una línea muy fina. Se trata de cómo estamos manejándonos, de qué somos y qué defendemos. Es el presidente y mucha gente estará atada. Pero, ¿estamos promoviendo el cambio? ¿Estamos haciendo lo necesario para cuidar de todo el mundo? La cuestión es no ser tan egoísta como para que se trate solo de ganar dinero, vender zapatos, hacer esto y lo otro. Esa no es la prioridad. Se trata de cambiar vidas».

¿Es posible la ruptura?

En esta historia sabemos de sobra quién tiene más que perder. Si Stephen decidiese cambiar de zapatillas la competencia se mataría por convencerle. Por ello, pequeños desencuentros como el ocurrido no ayudan. Desde hoy Curry deja la puerta abierta.

«Si hay una situación en la que me mire al espejo y vea que no comparten mis intenciones, que no tienen la actitud correcta respecto a cuidar a la gente. Si puedo decir que no están en la línea de mis valores básicos, entonces no habría cantidad de dinero ni organigrama que no dejase de lado por ser quien soy. Es una decisión que tomaré cada día cuando me despierte. Si hay algo que no está en la línea que he dicho, entonces necesitaré tomar una decisión en ese sentido».


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