La ciudad de Portland está más que acostumbrada a la lluvia. La ciudad del noroeste de Estados Unidos en una de las que más precipitaciones recibe entre las sedes de la NBA, pero raramente había visto una nevada como la que está sufrió en las últimas horas. Entre las medidas para mantener a Portland tan segura como sea posible, la NBA decidió suspender el partido que Blazers y Pistons iban a disputar este sábado.
Por la seguridad de los aficionados
La nevada no iba a poner en peligro el desarrollo del partido en el cubierto Moda Center de Portland, pero sí el acceso de los miles de aficionados (el pabellón tiene capacidad para casi 20.000 espectadores) que hubieran acudido al partido. Para evitar más tráfico del debido en las calles de la ciudad, se tomó esta decisión, habitual en casos de climatología extrema para ciudades con franquicia NBA.
Eso sí, con el temporal de nieve amainando según las previsiones metereológicas, los aficionados de Portland no tendrán que esperar demasiado para ver a Damian Lillard y compañía. El calendario de ambos equipos permitió que el partido pudiera ser programado para este domingo. Los Blazers no tenían compromiso hasta el martes en Los Angeles contra los Lakers, misma fecha en la que los Pistons visitaban Sacramento.