Y así, de repente, los Cavaliers parecen uno de los mejores equipos de la NBA tras el regreso de LeBron James hace algo más de dos semanas.
Cleveland obtuvo su undécima victoria seguida al acabar con Philadelphia por 97–84. Kyrie Irving anotó 25 puntos y repartió 5 asistencias y LeBron James logró 18 puntos y 11 asistencias.
El alero de los Cavs, eso sí, quiso rebajar la posible euforia dentro del equipo.
“No hemos hecho nada”, dijo James. “No hemos conseguido nada. Cuando hagamos algo, entonces podremos estar satisfechos. Pero de momento no hemos hecho nada”.
“El título es el objetivo, pero no hemos jugado una serie de Playoffs juntos. No hemos disputado ni un partido, ni un minuto de Playoffs y ahí es cuando realmente cuenta”, explicó el ‘23’ de Cleveland. “Construyes hábitos y progresas a través de la temporada regular. Pero nosotros somos un equipo con muchas cosas por mejorar y no podemos ser complacientes. Tan pronto como consigues una racha de 11 victorias puedes encadenar 11 derrotas”.
Por los 76ers los máximos anotadores fueron Jerami Grant y Robert Covington con 18 puntos cada uno. Michael Carter-Williams terminó con solo 2 puntos en 20 minutos —la anotación más baja de su carrera— tras jugar en la primera parte con una lesión en la espinilla.
A Love no le entran los tiros
Kevin Love finalizó el día con 5 puntos y 15 rebotes tras solo poder encestar un tiro de los siete que intentó. El ala-pívot se quedó tras el partido más de una hora en la pista entrenando el lanzamiento junto a dos asistentes del cuerpo técnico de los Cavs.
El detalle
La crónica de la noche de The Associated Press terminó con un pasaje de Timofey Mozgov bastante curioso que reproducimos por su interés.
“Timofey Mozgov logró cinco tapones, pero falló varios tiros sencillo. Tras el partido se sentó en el vestuario devorando pizza”.