Pongámonos en antecedentes. El pasado enero, sucedía uno de los episodios más ‘paranormales’ en los últimos tiempos de la NBA.
Blake Griffin, en un acto sin calificativos, decidía arrearle varios puñetazos a un utillero de los Clippers durante una pelea ocurrida en un restaurante de Toronto. El resultado se saldó con una fractura en la mano derecha del jugador y seis semanas de baja. Todo un despropósito.
Desde entonces poco más se había sabido sobre este tema, y cuando a un periodista de TMZ se le ocurrió preguntar dentro de los Clippers qué había sucedido con este empleado, la respuesta fue que “ya no seguirá en el equipo para la próxima temporada”.
Curioso que, encima de llevarse los golpes, haya sido él el castigado por el incidente. Y no olvidemos otro detalle: Matias Testi, que así se llama el utillero, era muy buen amigo de Griffin hasta dicha pelea e incluso ambos habían pasado vacaciones juntos.