No estamos, por supuesto, ante el primero ni ante el último caso de un ex jugador de la NBA que tira por la borda toda la fortuna amasada durante sus años como profesional. No obstante, el caso de Vin Baker es algo diferente.
En un momento en el que aun están recientes las sensibilidades levantadas por las polémicas declaraciones efectuadas por Josh Smith, en las que afirmaba que sería difícil para él y su familia sobrevivir este año a razón de su bajada de caché por el que «sólo» se embolsará 6,9 millones de dólares en los Clippers, sale a la luz el caso de otro ex-NBA, que le hace a uno preguntarse cuan difícil es frenar el lujoso tren de vida al que acostumbran los galácticos salarios de las estrellas del baloncesto.
Vin Baker —octavo seleccionado del Draft 1993— participó en un total de 13 temporadas en la NBA, jugando para Bucks, Sonics, Celtics, Knicks, Rockets y Clippers. En este tiempo logró acumular, solo en salarios, más de 100 millones de dólares, de los que ahora en su cuenta corriente apenas queda el recuerdo.
Baker tuvo fuertes problemas de alcoholismo tras su periplo NBA, lo que sumado a nefastas decisiones inversionistas le han conducido a su situación actual, la cual, paradójicamente, dista de ser aborrecida por el retirado ala-pívot. En estos tiempos, gracias en parte a su amistad con el ex propietario de los Seattle SuperSonics y vigente dueño de Starbucks, Baker, ilustra Complex Sports, regenta uno de los cientos de locales de esta franquicia ubicado en North Kingstown.
«En esta compañía hay oportunidades para todo el mundo», decía Baker recientemente al medio Providence Journal. «Mantengo una situación excelente aquí en Starbucks y la gente es maravillosa».
La jubilación, un paso difícil en la NBA
Para cualquiera de los que no gozamos de las mieles económicas de estos deportes donde los salarios, en comparativa con otras profesiones, estarían, cuanto menos, moralmente en entredicho, nos resulta difícil comprender que la caja fuerte de estos dechados pueda quedarse a cero.
Sin embargo, en su momento, la revista Sport Illustrated hacía público un dato tan demoledor como sobrecogedor. Según un estudio, el 60% de los jugadores de la NBA se declaran sin recursos para efectuar sus pagos legales en un periodo no superior a cinco años desde la retirada. Ese porcentaje se dispara hasta el 79% en la NFL, el fútbol americano.
Ex-estrellas de la talla de Allen Iverson, Antoine Walker, Dennis Rodman, Shawn Kemp o Latrell Sprewell han pasado por este calvario y han experimentado la bancarrota teniendo que reinventarse para salir del hoyo que ellos mismos se habían cavado.
Para Vin Baker la vida vuelve a sonreír. Hace cuatro años que abandonó la senda de la bebida y es feliz en su nuevo trabajo y con esta segunda oportunidad que le brinda la vida. El nuevo contrato televisivo va a poner, más si cabe, en liza la habilidad consumista de los jugadores. Veremos si sirve de ejemplo para tantos profesionales imberbes que, de la noche a la mañana, se ven transformados en afamados multimillonarios.