Washington gana con suficiencia a unos frustrados Celtics

El nuevo asalto en la peculiar rivalidad entre Wizards y Celtics tuvo más drama en el banquillo que en la cancha. Washington alargó su impresionante racha de victorias en casa tras imponerse por 123-108 a Boston en un partido en el que el equipo verde nunca pudo ponerse por delante. Para colmo, una pataleta de Marcus Smart en el último cuarto causó más tensión de la necesaria en la banca de los Celtics.

«Funeral» con final feliz

El duelo se presentaba caliente tanto por la tangana con la que se cerró su último enfrentamiento como por la decisión de los Wizards de presentarse en el pabellón vestidos completamente de negro, como si su partido ante Boston fuera un «funeral» para el rival. Si bien los Celtics ni están eliminados de nada y ni siquiera quedan por detrás de Washington en esta derrota, los Wizards aprovecharon como efectivo conjuro de unidad este gesto.

Ya con su uniforme habitual, el equipo de Scott Brooks salió pronto lanzado. La pareja formada por John Wall (27 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias) y Bradley Beal (31 puntos) funcionaba como en las mejores noches, con Markieff Morris (19 puntos y 11 rebotes) y Marcin Gortat (16 y 8) dominando el juego interior. Sin resquicios para hacer daño a su rival, los Celtics se agarraron a sus estrellas.

Un feudo inexpugnable

Isaiah Thomas (25 puntos y 13 asistencias) y Al Horford (22 puntos) plantaron cara en ataque, pero la defensa de Boston acabó convirtiéndose en un muro quebrado ante el empuje de Washington. Sin posibilidad de encontrar resquicios para debilitar a su rival en busca de la remontada, los Celtics acabaron viniéndose abajo en el último cuarto, cayendo por 15 puntos ante unos Wizards que viven una racha histórica.

Sus 14 partidos invictos en el Verizon Center de la capital estadounidense son su mejor marca desde 1989 y supone igualar la tercera mejor racha de la historia de la franquicia. Esta fortaleza en casa les permite empezar a parecer un equipo casi seguro de Playoffs, con un balance de 25-20, pese al decepcionante 2-8 con el que empezaron la temporada.

El enfado de Smart


Por parte de Boston, que mantienen con apuros el tercer lugar del Este, la derrota quedó aún más oscurecida por una visible discusión entre Marcus Smart y los asistentes de Brad Stevens. El técnico explicó tras el partido que la frustración del joven jugador vino por quedarse en el banquillo en el último cuarto, y el mismo Smart se disculpaba inmediatamente después en su cuenta de Twitter. Mal cuerpo para una derrota que escoció de forma especial a los orgullosos verdes.


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