Mucho se habló el verano pasado de Minnesota Timberwolves y no era para menos. Con dos números 1 como Andrew Wiggins y Karl-Anthony Towns, un base de esos que reparten juego sin mirar como Ricky Rubio y la explosión de un Zach LaVine que tan rápido te machaca como te clava un triple, los mimbres brillaban más que en ninguna otra franquicia. Sin embargo, el triste fallecimiento de Flip Saunders poco antes de iniciarse la temporada marcó el principio de un curso con demasiados altibajos.
Ha pasado un año y esa ilusión que se respiraba por Minneapolis no ha disminuido, ha crecido. Ha llegado Tom Thibodeau y se ha añadido otra perla por pulir desde el draft, Kris Dunn. A ello se le suma que todas esas piezas sobradas de talento tienen un año más de experiencia, de bagaje, de madurez; y es justo ahí donde Wiggins entiende que han dado el mayor salto para ser por fin un equipo de Playoffs.
«Hicimos muchas cosas bien el año pasado. Podemos ganar a cualquier equipo en un día determinado. Somos cada vez más fuertes. Estamos madurando y ganando experiencia. Estamos construyendo la química necesaria y mejorando cada día. Todos estamos deseando que llegue este nuevo año y nuestras expectativas son cada vez más altas. Somos jóvenes y tenemos hambre. Queremos estar en los Playoffs», explica en una entrevista concedida a Dime Magazine.
Pese a entender lo importante que es el progreso a nivel colectivo, Wiggins sabe que para que el equipo de un salto de calidad es necesario que cada uno ponga todo de su parte.
«He estado trabajando duro para perfeccionar todo mi juego, pero principalmente lo he hecho para mejorar el triple. Además he entrenado el manejo de balón y en aumentar las manera de llegar hasta el aro. Lo más importante es conseguir que mi tiro sea consistente».
Alaba a Thibodeau
El mayor cambio respecto al pasado curso ha llegado en el banquillo, donde Tom Thibodeau ha tomado los mandos. Cuestionado por ello, Wiggins asegura que su mano dura es algo que hacía falta en el equipo. «Va a sacar lo mejor de mí. Es un entrenador inflexible. Un hombre duro. Es justo lo que necesitamos en este equipo. Necesitamos que nos saque de nuestra zona de confort», explica.