Dos mates perfectos para esos posters que adornan las paredes de toda una generación despertaron a los Lakers de su preocupante letargo. Kobe siempre vuelve. Pese a sus molestias en el tobillo izquierdo, Bryant contagió su hambre al defensor del anillo. 3-2 y la serie vuelve a New Orleans. En el Este, victorias de Chicago -con un Derrick Rose estelar- que se mete en semifinales y Orlando Magic.
- Magic 101 Hawks 76
- Bulls 116 Pacers 89
- Lakers 106 Hornets 90
Por fin, Orlando. El equipo de Stan Van Gundy recuperó su mejor versión y fuerza el sexto capítulo de la serie contra Atlanta tras realizar, posiblemente, uno de los partidos más completos de la temporada. Un repaso en toda regla. Y eso que Superman no fue el héroe de la noche. Dwight Howard, cargado desde el inicio con personales (cometió la segunda a falta de 5:40 para la conclusión del primer cuarto), no llegó a disputar ni 30 minutos. Ausente el pivot de la Universidad de Southwest Christian, Jason Richardson (17 puntos) y J.J. Reddick (14 puntos) fueron los encargados de llevar el peso del ataque en los Magic. Orlando sentenció por la vía rápida. Al descanso, 58-35. Los Hawks guardaron todas las energías para el sexto, previsto para la madrugada del jueves al viernes en el Philips Center. Respira la tierra de Disney.
Chicago Bulls disputará las semifinales de la conferencia Este. El tiempo dirá si contra Orlando o Atlanta. A la espera de rival, la franquicia de Illinois puede presumir de entrenador. En el momento más delicado de la noche, Tom Thibodeau optó por arriesgar. Y encontró recompensa. La que merecen los valientes. Con Indiana respirando en el cogote de los Bulls (61-57) y Derrick Rose cargado con cuatro faltas personales restando 6:17 para finalizar el tercer cuarto, el técnico metió en pista al MVP de la temporada y Chicago rompió a jugar realizando el parcial decisivo. 14-3 con tres triples de Rose que sentenciaron definitivamente a los combativos Pacers (75-60). Continúa el sueño del United Center. No es para menos. El genio irrepetible -y al que tanto echamos de menos- Andrés Montes no hubiera podido contenerse anoche… ¡Derrick Rose! ¡Jugón!.
Todas las alarmas se dispararon en el Staples Center cuando Kobe compareció en pista con una evidente cojera en su pie izquierdo antes del salto inicial. En los prolegómenos del partido, Phil Jackson había confirmado su presencia, pero el estado físico de Bryant suponía una auténtica incógnita. El escenario empeoraba tras los primeros doce minutos: 23-32 para los Hornets. El ’24’ de los Lakers ni tiró a canasta en el primer cuarto. Tras el habitual descanso en el arranque del segundo periodo, apareció la bestia. Kobe Bryant en estado puro. Enchufó 12 puntos que rescataron al campeón. Hasta ese preciso instante, L.A. había sido un juguete en manos de Chris Paul. Pero una jugada cambió el guión de la madrugada. Herido en su orgullo tras un polémico 2+1 concedido a Trevor Ariza, Kobe recibió un pase picado de Pau e inventó un mate digno de highlights. Primer paso vertiginoso desde el cuello de la botella, salto con ambos pies desde cuatro metros para rematar la obra de arte con un in your face ante Emeka Okafor. Ni rastro de la cojera en el tobillo izquierdo. El Staples Center se puso en pie. Y los Lakers despertaron. Todos los componentes del cinco inicial alcanzaron las dobles figuras. Pau Gasol, sin llegar al nivel estelar de otras noches, anotó 16 puntos y sigue en la búsqueda de la plenitud. Al igual que en las dos anteriores victorias, el defensor del anillo superó a New Orleans en el rebote (42-25) y puntos desde el banquillo (29-14). Además, los Hornets perdieron 17 posesiones. Demasiadas facilidades para L.A. Ya lo dijo Rudy Tomjanovich cuando Houston conquistó el anillo del 95: «Nunca subestimes el corazón de un campeón«. Kobe y Pau son la prueba palpable. Eso sí, mucho ojito con los Hornets, que no han dicho su última palabra. El sexto de la serie, en la madrugada del jueves al viernes.