Boston Celtics no tiene prisa. En vez de salir a la carrera y querer montar un conjunto ganador de la noche a la mañana, Danny Ainge y su equipo manejan un plan con el que volver a ser un contendiente al anillo yendo paso a paso.
Si este verano –tras demostrar que ya tenían una base sobre la que construir– se hicieron con un gran pívot como Al Horford, para el siguiente ya podemos apuntar otro nombre: Gordon Hayward. Según fuentes manejadas por Zach Lowe de ESPN, los verdes están realmente interesados en el alero de los Jazz, algo a lo que se sumaría el hecho de que Brad Stevens, su entrenador en la universidad, le haya señalado como la pieza a conseguir.
La idea es tan buena como el espacio que pueden tener los Celtics para ofrecerle el máximo salarial; sin embargo, Utah tampoco tiene comprometido demasiado dinero –maneja un margen salarial de 11 millones de dólares en estos momentos– y cuenta con contratos garantizados para el curso 2017-18 u opciones de equipo sobre la mayoría de sus jugadores importantes –léase Joe Johnson, Dante Exum, Derrick Favors o Rodney Hood–. Así, y añadiendo el nuevo salto de tope salarial, sería extraño que no optasen por darle igualmente el máximo, a lo que se suma el hecho de que pueden ofrecer más que nadie.
En cualquier caso, aunque no siempre se cumple, un dato a tener en cuenta será ver qué ofrece cada conjunto durante esta temporada. Si uno de los dos logra destacarse como un equipo que no sólo entra en los Playoffs, sino que los disputa con ciertas opciones, podría terminar de convencer al jugador. Eso sin contar con que habrá, a buen seguro, otras muchas franquicias interesadas.
Solidez como presentación
Con seis años de experiencia en la NBA, Hayward es uno de esos jugadores que ha ido creciendo con pasos seguros hasta convertirse en un alero realmente completo. El curso pasado disputó 80 partidos para firmar un promedio de 19,7 puntos, 5 rebotes, 3,7 asistencias y 1,2 robos en 36,2 minutos por noche.