5 meses después de que su temporada terminara antes de tiempo justo antes del All-Star, la situación de Chris Bosh sigue en punto muerto. Ni el propio pívot ni su equipo, Miami, han dado mucha luz sobre el estado del jugador, pero Bosh puede estar cerca de dar un importante avance a su recuperación para volver a las canchas la próxima temporada.
Según el Miami Herald, jugador y franquicia han discutido la posibilidad de que Chris Bosh pueda dejar de tomar la medicación anticoagulante diagnosticada tras su segundo caso de coágulo sanguíneo detectado en febrero. Este paso sería imprescindible para que Bosh pueda regresar a las canchas, ya que los riesgos de sufrir una grave hemorragia por una herida causada en pleno partido o entrenamiento con contacto serían muy elevados si todavía necesita este tratamiento.
Prudencia desde Miami
El gran problema es si los Heat y sus servicios médicos dan el visto bueno a este proceso. La franquicia ha tomado una postura extremadamente prudente sobre la situación de Chris Bosh, siendo ya la segunda temporada consecutiva en la que Bosh sufre coágulos sanguíneos. En la rueda de prensa ofrecida una semana antes para explicar la marcha de Dwyane Wade, el presidente Pat Riley afirmó que «deberíamos esperar a agosto o septiembre. Creo que tendremos más información para entonces» al ser preguntado por el estado de Chris Bosh.
El jugador, que ha estado entrenando por su cuenta durante las últimas semanas, no ha ocultado su deseo de jugar de nuevo, e incluso ha sopesado la posibilidad de buscar una acción conjunta con la NBPA (sindicato de jugadores) en caso de que los Heat le nieguen la posibilidad de volver a las canchas. Una complicada situación que todas las partes implicadas querrán tener solucionada antes de que arranque la próxima pretemporada.