El instinto asesino de Stephen Curry sentencia a OKC

El corazón de campeón de los Warriors latió con fuerza. En unas Finales del Oeste que llegaron a ponerse cuesta arriba, el equipo entrenado por Steve Kerr necesitó lo mejor de su repertorio para derrotar a Oklahoma City, un rival fiero que acabó pagando su inconsistencia a lo largo del partido. Una gran segunda mitad defensiva de Golden State y unos minutos maravillosos de Stephen Curry en los instantes decisivos dieron la sentencia y su pasaporte a las Finales. Al final del séptimo y decisivo partido, 96-88 que aseguran la repetición de las Finales NBA de 2015: Warriors-Cavaliers.

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OKC golpea primero

De salida, Steve Kerr, entrenador de los Warriors, hizo un cambio importante abriendo con la defensa de Andre Iguodala en el cinco inicial por Harrison Barnes. Por su parte, Oklahoma City entró en el partido con una misión clara en defensa: no permitir ni un solo lanzamiento fácil a Stephen Curry y Klay Thompson, aun dejando más libres a otros jugadores. La estrategia funcionó mejor para los Thunder. Kevin Durant evitó la pegajosa defensa de Iguodala distribuyendo con más fluidez el balón a sus compañeros, mientras que los «Splash Brothers» tardaban en encontrar su ritmo.

Las segundas oportundidades de Oklahoma City hacían el resto. Steven Adams o Enes Kanter superaban de forma habitual a los pívots de los Warriors, y la pelea constante de Andre Roberson, impecable en defensa y al rebote, complicaba aún más la vida a los vigentes campeones. Tras un primer cuarto lleno de lanzamientos forzados por ambos conjuntos, los Thunder empezaban a abrir hueco en el segundo período, especialmente ante unos reservas de los Warriors nada precisos, llegando a dominar de 13 puntos.

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Llueven triples

Pero Thompson despertaba. Y de qué forma. Tras fallar sus 7 primeros intentos, el escolta metió 4 triples para mantener a tiro a Oklahoma City. Pero, pese a estos arrebatos de talento, los Warriors seguían sin hacer mella. Durant mantenía una política de no forzar tiros (4/5 al descanso), dando más peso ofensivo a Russell Westbrook y a secundarios como Roberson o Dion Waiters. El nuevo diseño de responsabilidades funcionaba, yéndose al descanso con 6 puntos de ventaja, 42-48.

La salida del tercer cuarto nos reconciliaba con una imagen muy habitual en las últimas temporadas, con Curry y Thompson bombardeando al rival desde fuera del arco. Los jugadores de Oklahoma City perdían el control del partido de forma evidente ante una defensa de los Warriors que aumentaba su grado de intensidad. Westbrook desaparecía por completo y Golden State le daba la vuelta al partido con un demoledor 29-12 de parcial, incluyendo dos minutos de pura magia del inesperado Anderson Varejao.

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La sentencia del MVP

Pero pese al dantesco tercer cuarto, Oklahoma City no se rendía. Golden State desperdiciaba alguna bandeja demasiado sencilla y los triples, la gran debilidad de los Thunder en los últimos partidos, empezaban a entrar. Serge Ibaka se ganaba responsabilidad extra con varias jugadas de mérito. Ante la presión de su rival, los Warriors necesitaban a su MVP para cerrar el partido, y lo encontraron. Como las grandes leyendas de la liga, Curry fue letal en los momentos más calientes de la temporada. Durant enlazó 7 puntos seguidos para mantener algo de esperanza, pero no hubo estrella más rutilante que la de Curry. Los últimos 9 puntos de Golden State llevaron su firma, incluido el triple que sentenciaba a 27 segundos del final.

Al final, Curry acabó con 36 puntos, batiendo de paso el récord de más triples anotados en una eliminatoria de Playoffs, con 32. Thompson (quien acabó con 30 triples en estas Finales del Oeste) aportó 21 puntos, por 11 de Draymond Green. De lado de Oklahoma City, Durant estuvo soberbio con 27 puntos (10/19 en tiros de campo), con Russell Westbrook compensando en parte su desafortunada noche en el tiro (7/21) con 19 puntos y 13 asistencias, ayudado por los 16 puntos de Serge Ibaka.

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Los Thunder se quedaron con el escaso consuelo de una pelea luchada hasta el final, pero su falta de regularidad les acabó pesando. Con la perspectiva de un verano que marcará su futuro con Durant a punto de salir a la agencia libre, haber sido capaz de eliminar a San Antonio y forzar un séptimo partido ante Golden State les pemite ser optimistas. Pero aún faltó algo para ser campeones del Oeste, o quizás solo les sobró Stephen Curry en el equipo rival. De nuevo, los Warriors se encontrarán a LeBron James y sus Cavs en las Finales NBA. Una batalla y una revancha que arrancará este mismo jueves en Oakland.

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