La proyección que manejaba la NBA para el tope salarial de la temporada 2017-18 se ha visto reducida de los 107 millones de dólares a los 102.
El principal motivo de este cambio, tal y como la liga ha anunciado a los 30 equipos mediante un memorando al que ha tenido acceso Basketball Insiders, es «un aumento sustancial en el gasto que se había proyectado en jugadores para la 2015-16»; es decir, si hasta ahora se pensaba que éstos recibirían 375 millones menos de lo que les corresponde por convenio en salarios, ahora se entiende que esa cifra se quedará en 200 millones.
Es justo ese cálculo de déficit el que a su vez implica que el tope salarial deba verse disminuido en 5,8 millones de dólares, un cambio que puede parecer pequeño –dado el salto de este 2016– pero que puede complicar a algunos equipos que tenían ya pensadas futuras negociaciones con jugadores de su actual plantilla.
En esa línea, y por poner algunos ejemplos, los Warriors podrían ver truncada su hipotética idea de renovar a Andre Iguodala el próximo verano, o los Bulls, ahora con Wade y Rondo, podrían verse obligados a desprenderse de alguno de ellos.
La realidad es que la propia NBA se ha visto ‘sorprendida’ por el nivel de desembolso de esta agencia libre, ya que según señala el citado medio, no esperaban que se diese un gasto tan elevado en julio.
Con este nuevo tope proyectado en 102 millones de dólares, el umbral para entrar a pagar impuesto de lujo quedaría en 122 millones de dólares para el próximo curso, mientras que en el presente se sitúa en los 113,3.
Contratos máximos
Si se mantuviese el actual cálculo, los salarios máximos para la 2017-18 quedarían de la siguiente manera: 24 millones de dólares para los jugadores con menos de siete años de experiencia, 28,8 millones para los que tuviesen de siete a nueve años, y 33,5 millones para pos que tuviesen 10 años o más.
Proyección futura
En lo que concierne a las siguientes temporadas, el tope salarial subiría a 108 millones en la 2018-19, a 109 millones en la 2019-20 y a 114 millones en la 2020-21. El umbral del impuesto de lujo quedaría en 130, 132 y 139 millones, respectivamente.