Pese a que la salida de Kirk Hinrich supone una operación bastante buena por parte de Gar Forman, lo cierto es que al vestuario de los Chicago Bulls no le sentó nada bien el traspaso del veterano base, informa el Chicago Tribune.
El conjunto de Illinois recibió a Justin Holiday, quién ha tenido papel bastante aceptable como hombre reserva; una segunda ronda y una excepción salarial por un jugador de 35 años que apenas ha tenido presencia con Mike Budenholzer.
Sin embargo; no todo se reduce exclusivamernte al rendimiento deportivo. El periodista K.C. Johnson asegura que Hinrich era una voz bastante importante dentro del vestuario de los Bulls y que, más allá de sus minutos limitados en pista, su presencia era muy importante en la columna vertebral del equipo.
Su salida agitó todavía más un vestuario en plena «guerra» con el conflicto Derrick Rose-Jimmy Butler y el descontento general con el sistema de Fred Hoiberg y sus formas de entrenar.
Las salidas de tono, el roce entre algunos compañeros, las lesiones o la falta de actitud se ha traducido en la palabra fracaso. Fracaso por no haber logrado la clasificación para los playoffs por primera vez en los últimos 8 años.