El traspaso de Kyle Korver a Cleveland y sus conversaciones para mover a Paul Millsap parecían señales de que Atlanta prefería mirar al futuro que a ser alternativa en el Este en esta campaña. Un mes después, esa filosofía ha dado un vuelto radical. El equipo entrenado y presidido por Mike Budenholzer no solo ha declarado a Millsap intransferible, sino que encara el cierre de mercado de traspasos con ambiciones inmediatas.
Mirando hacia arriba
Pese a que no hay garantía de que los Hawks acaben llegando a un acuerdo, la franquicia va a estar activa explorando el mercado, según confirmaba el Atlanta Journal-Constitution. Tras un principio algo irregular (terminaron diciembre con un balance de 17-16), los Hawks levantaron el vuelo en enero, acumulando un 16-7 desde entonces y aupándose al cuarto puesto del Este que les daría factor cancha a favor en primera ronda de Playoffs.
Incluso la pérdida de Kyle Korver, traspasado por una futura primera ronda y el veterano Mike Dunleavy Jr. como piezas más valiosas, ha tenido un efecto positivo en Atlanta. La explosión reciente de Tim Hardaway Jr. ha supuesto un peligro extra para la ofensiva de Atlanta, mientras que Paul Millsap ha celebrado su condición de jugador no traspasable manteniendo el buen nivel que le ha llevado de nuevo a ser All-Star.
Monedas de cambio
Los Hawks tendrán un hueco en plantilla, salvo que decidan renovar al poco utilizado Lamar Patterson, al final de su contrato de 10 días, hasta final de temporada. Bien cargados de elecciones del draft y con el contrato del lesionado Tiago Splitter disponible para cuadrar traspasos, los Hawks se preparan para ser un actor importante antes del cierre de marcado que llegará el 23 de febrero. Los próximos días serán animados en Atlanta.