Con el título de 2011 en el saco, los Mavericks ya piensan en el futuro, y más concretamente en el que promete ser un animadísimo verano del 2012. Según CBS Sports, un objetivo primordial es encontrar un base de primer nivel que compense la previsible retirada o decadencia del aún incombustible Jason Kidd, quien acabará la temporada con 39 años. Y Deron Williams, agente libre para entonces, se postula como el principal objetivo.
Pero D-Will, salvo sorpresas, acabará la temporada 2011-12 en New Jersey. Y para tener suficiente espacio salarial para su fichaje, los Mavericks van a adoptar una política de fichajes de lo más conservadora en esta pre-temporada. Según el Dallas Morning News, la franquicia propiedad de Mark Cuban y dirigida desde los despachos por Donnie Nelson tendrá una regla básica en el presente mercado: sólo un año de contrato para los jugadores que se firmen esta temporada, jugaran el año pasado en los Mavs o no.
Esta norma, que puede alejar de forma definitiva a codiciados agentes libres como J.J. Barea, DeShawn Stevenson o Caron Butler de Dallas, sólo tendría una excepción: Tyson Chandler. El pívot, uno de los jugadores más deseados del mercado, sería el único jugador al que los Mavericks podrían ofrecer un contrato multianual, al ser considerado como una pieza imprescindible en el reciente anillo del equipo.
A corto plazo, los Mavericks confiarán en el bloque formado por Dirk Nowitzki, Jason Kidd y Jason Terry (quien, por cierto, espera su renovación) para revalidar el título. En ese aspecto, Rudy Fernández (cuyo contrato expira, precisamente, en verano del 2012) cobra más importancia que nunca en la estrategia de los Mavs, especialmente si DeShawn Stevenson, como es de esperar, no acepta un contrato por un año para seguir en Dallas. El escolta español podría cumplir el rol que Stevenson tuvo la pasada campaña en los Mavs en este nuevo proyecto que empieza a preparar el mercado de 2012, pero sin descuidar la lucha por el próximo título.