Hace semanas que empezó a cobrar fuerza la teoría de que una nueva expansión en la NBA era posible y que esta tendría lugar empezando por Seattle, donde para acabar de dar aire a esta opción, parece que la construcción de un nuevo pabellón –requisito indispensable para hacer realidad la vuelta de los Supersonics– por fin avanza.
Pues bien, todo ese entusiasmo parece quedar ahora en nada por boca de los propietarios. Según informa Steve Kyler de Basketball Insiders, un dueño de una franquicia asegura que cada vez que ha salido el tema de ampliar la competición, la respuesta en la reunión de los propietarios ha sido siempre un «no» rotundo.
Tras esa decisión, no oficial en cualquier caso ya que no ha habido propuesta firme, hay mucho más que analizar, ya que la entrada de nuevos equipos supondría otro reparto de ingresos, a lo que se sumaría que el conjunto entrante debería poner un gran cantidad por adelantado.
La otra opción
Con la puerta aparentemente cerrada a una nueva franquicia, la salida que resta a todas esas ciudades que desean tener NBA sería la de comprar un equipo; aunque claro, tras lo vivido con Sacramento, Milwaukee y los intentos de Seattle, parece que ningún propietario (ciudad) está dispuesto a ‘dejar volar’ su equipo.