Cuando decidió que su etapa en Brooklyn no daba más de sí, en la cabeza de Paul Pierce hubo un montón de ideas sobre su futuro.
Finalmente recalaría en Washington, pero antes de eso hubo otra oferta que le hizo pensarse mucho las cosas. Un camino que le hubiera llevado de nuevo a coincidir con Doc Rivers, pero esta vez en Los Ángeles.
«Pensé un montón sobre L.A.», reconoció el veterano jugador para Sports Illustrated. «Mi mujer quería quedarse ahí y llevar a los niños al colegio. Hubiera sido una transición fácil para mí estar con Doc, estar en casa».
Para Pierce, «esa oportunidad se perdió por esperar a ver qué iba a hacer Brooklyn. Cuando finalmente dijeron que no iban a hacer ningún movimiento, perdí ese barco [Clippers]. Eso me molestó».