Indudablemente, los Thunder son uno de los equipos favoritos para intentar alcanzar esta temporada el título de campeón. Sin embargo, en las últimas horas ha surgido una alarma en torno a la posibilidad de que el equipo tenga que deshacerse de uno de sus grandes jugadores, James Harden.
En una conferencia de prensa, Sam Presti – General Manager de la franquicia – se vio abrumado por las preguntas acerca de si el equipo sería capaz de renovar a James Harden, después de haber acometido una gran renovación como la de Serge Ibaka y tener grandes contratos como los de Kevin Durant y Russell Westbrook.
“James es alguien a quien valoramos”, dijo Presti. “Es una parte importante de lo que estamos intentando hacer con el equipo y tenemos la esperanza de que siga con nosotros. Del mismo modo, hemos de ser honestos y transparentes con todos los desafíos que, como resultado del convenio colectivo, tenemos al ser una gran organización. Nos encantaría tenerlo aquí, y a él también le gustaría quedarse. Pero al final del día, tienes que encontrar una manera de que esto funcione para todos”.
Después de estas declaraciones, los medios norteamericanos no han parado de apuntar el hecho de que Presti parece estar dejando caer la opción de que Harden no siga. Y mucho de ello – por no decir todo – tendría que ver con el impuesto de lujo. Si el equipo le da un contrato por su valor de mercado aproximado, podría tener que pagar un impuesto de 14,5 millones de dólares, cantidad difícil de afrontar para los Thunder.
La otra posibilidad es que Harden baje sus peticiones, y su sueldo se pueda adaptar a los límites salariales que contempla una franquicia como la de Oklahoma City. A sabiendas de este contexto, ya hay equipos como los Mavericks y los Rockets que están pendientes del futuro del 6º mejor hombre de la NBA, y las ofertas que éstos puedan hacerle seguro superarán a las de los Thunder.