Westbrook decidirá su futuro con un año de antelación

Oklahoma City sigue todavía digiriendo la decisión de Kevin Durant de abandonar al equipo para reforzar a Golden State. Perder a su mayor estrella desde el traslado de la franquicia desde Seattle en 2008 fue un golpe a la línea de flotación a un proyecto que había llegado a unas Finales NBA y que se quedó a solo una victoria de conseguirlo hace mes y medio. Y, de rebote, esto ha adelantado una profunda reflexión que Russell Westbrook no esperaba hacer hasta de aquí un año.

Según ESPN, los Thunder están en contacto con el base para discutir la posibilidad de alargar su compromiso. El acuerdo actual con Russell Westbrook expira en 2017, con el riesgo de que el base deje el equipo en la proxima agencia libre sin que Oklahoma City reciba nada a cambio. En ese escenario, la franquicia está mirando más allá de este verano. Oklahoma City quiere mantener a Russell Westbrook como su nuevo líder, pero necesita un compromiso a largo plazo.

La esperanza de OKC

Y ahí entra una opción incluida en el convenio colectivo raramente utilizada en la NBA, pero que este verano ya sirvió para que James Harden, curiosamente ex-Thunder, alargara su relación con los Rockets. La normativa de la liga permite a un equipo renegociar al alza el contrato de un jugador que haya cumplido bajo el acuerdo existente tres temporadas en su plantilla. El obstáculo en otros años es que esa subida de sueldo se realice con espacio salarial. El espectacular aumento del tope salarial (y, por consiguiente, del espacio disponible) ha permitido que esta opción raramente utilizada en el pasado pueda servir en el caso Westbrook.

El base cobrará $17,7 millones en 2016-17, una cifra que podría subir hasta $26,5 millones (el máximo que le corresponde por sus años de experiencia) si aceptara esta renegociación de contrato con Oklahoma City. Eso sí, a cambio debería extender por más años su contrato, un paso que hasta el momento no ha dado. La salida definitiva de Dion Waiters, nuevo jugador de Miami, ha conseguido que no haya ningún obstáculo en la arquitectura salarial de los Thunder para ofrecerle el máximo salarial.

En las manos de Westbrook

Por tanto, todo queda en las manos de Westbrook. El base fue una de las personas más sorprendidas por la marcha de Kevin Durant, contando con mantener su sociedad en la cancha al menos para la próxima temporada. La frustración por la decisión del alero se transforma ahora por la presión de tener que decidir su futuro con OKC un año antes de lo esperado. Si bien Westrbook no quiere ser traspasado (ha estado incluso buscando una nueva casa en Oklahoma City), es consciente que no comprometerse con el equipo este verano implicará casi necesariamente utilizarle como moneda de cambio para que los Thunder obtengan nuevas piezas que aceleren su reconstrucción.

Por tanto, una respuesta conociendo las consecuencias que tendrá debería llegar pronto desde Russell Westbrook. La suya es una agencia libre diferente, sin la presión de tomar una decisión en unos días concretos de principios de julio y sin el cortejo directo y explícito de otras franquicias, como Kevin Durant hace unas semanas. Pero mientras los equipos siguen llamando a OKC para negociar su posible traspaso y con los propios Thunder paralizados en la agencia libre, solo trayendo a un jugador del cual ya tenían sus derechos como Álex Abrines, el tiempo empieza a apremiar. La primera gran decisión de la agencia libre de 2017 se adelantará un año.


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