Los imanes de los Chicago Bulls y Derrick Rose están colocados en esas dos caras que se repelen. Cada día se alejan más. Mientras mejor juega Rose más derrotas acumula su equipo. Ayer, en un nuevo tropiezo frente a la mugre liguera, el point guard anotó 30 puntos y (¡atentos!), realizó su primer mate de la temporada (minuto 1:27).
Rose, en sus años mozos, nos acostumbró a ver como un jugador de 1,91 se reía de Newton y machacaba los aros tras saltos espectaculares. El de ayer no fue de esos. Fue suave, comedido, ausente de virulencia y sin llevar los brazos previamente a la espalda para arrancar el swing. Pero fue un mate, y algunos teníamos muchas ganas de que llegara.
Esta acción no fue sino el reflejo de toda una actuación estelar. El partido de Rose de ayer revivió su faceta más MVP, que se niega desaparecer del todo. Agresivo, vertical, rápido… en fin, si ya hay una frase acuñada para el Derrick de estas noches y ocasiones: «¡too big, too strong, too fast, too good!»
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