El de anoche fue un partido atípico para Minnesota. Sin ya presión competitiva, el equipo de Rick Adelman lució sus mejores galas ante Houston incluso sin la presencia de Kevin Love.
El choque llegó a un punto de extrañeza tal que, además de los 51 puntos de Corey Brewer, los Timberwolves mataron el partido de la mano de Gorgui Dieng. El rookie recibió el balón de Ricky Rubio con 7 segundos para el final en el marcador y tras un par de amagos logró lanzar a canasta y anotar los dos puntos definitivos que dieron la victoria a su equipo.