Fue el último de la noche y quizás el más espectacular. John Wall le dio el balón a G-Wiz (mascota de los Washington Wizards) y ésta esperó a que el rey de la noche llegase por detrás, le arrancase la bola de las manos y tras saltarle por encima tuviese aún tiempo de bajarla a la altura de las piernas y machacar a dos manos de espalda. Tremendo Wall.