Sin Cenicientas en el Oeste: Mavs y Suns ganan sus partidos

No existe partido fácil; no hay victoria segura. No habitan Cenicientas en la Conferencia Oeste.

Utah Jazz y Memphis Grizzlies encaraban su quinta y cuarta jornada de liga respectivamente, en una posición de comodidad y con buenas perspectivas nocturnas. Sus rivales eran de la parte baja de su lado del país. Franquicias condenadas a pelear por un mejor lottery pick. Los Jazz aspiraban a colocarse con un 3-2 que los asentara en la zona templada de playoffs; los Grizzlies por su parte, tenían la oportunidad de seguir liderando el Oeste, invictos y en coliderato con los San Antonio Spurs.

Sus rivales: Phoenix Suns y Dallas Mavericks; o lo que es lo mismo, un conjunto que en menos de dos semanas de liga ya había despedido a su primer entrenador, y otro que en cuatro choques no había saboreado el triunfo. Ambos se revelaron; ambos rompieron moldes y enriquecieron a un puñado de valientes en las casas de apuestas.

Triano, invicto

Jay Triano se une a Gregg Popovich y Doc Rivers como únicos head coach aún imbatidos en lo poco que va de liga. Dos partidos, dos triunfos. El efecto del entrenador nuevo todavía pervive en su segunda jornada al frente; y lo ha hecho ante un equipo nada sencillo, los Jazz, que hasta anoche dominaba en el Top-5 —junto a Memphis— de equipos con menos puntos recibidos de la competición (96,3).

En realidad, los de Arizona no perjudicaron apenas su media (97-88), pero sí presentaron ellos una actitud defensiva fantástica para dejar a sus rivales por debajo de los noventa puntos. Aprovecharon además que los Jazz venían en back-to-back de perder ante los Clippers, prolongando así su singular mini-crisis.

T.J. Warren se postuló como el máximo anotador del encuentro, con 27 tantos, seguido por Devin Booker, con 17 tantos y un triple crucial a falta de 1:29 para el final, y un doble-doble de Alex Len de 13 puntos y 13 rebotes. Mike James volvió a ser el base titular en sustitución de Eric Bledsoe, si bien en esta ocasión no hizo falta su rol de héroe, quedándose en 5 puntos en 22 minutos. Sí tuvo más incidencia su homólogo suplente, Tyler Ulis, con 13 tantos y 5 asistencias en 25 minutos.

«Estamos jugando conjuntados en ambos lados de la cancha», decía Booker al final del encuentro. «Lo dije justo después de que se hiciera el cambio de entrenador, eso debía obligarnos a abrir los ojos. Y me encanta la forma en que estamos respondiendo» —¿cama?—.

«En los años que llevo aquí no había visto a Devin así de concentrado en defensa. Está persiguiendo a su marca detrás de los bloqueos, está aguantando su posición, su ética de trabajo defensiva está siendo estupenda», afirma su nuevo coach, Triano.

Por Utah notable papel de todos sus titulares —todos en dobles dígitos— y paupérrima aportación ofensiva de su rotación —38-9 a favor de los Suns en el duelo de banquillos—.

Destacar a nivel estadístico los dobles-dobles de Ricky Rubio (15 puntos y 11 asistencias) y Rudy Gobert (16 puntos y 14 rebotes), y los 22 puntos de Rodney Hood. A los de Salt Lake City les acabó pesando el desacierto desde la línea de tres (24%).

Mavs, casillero estrenado

Decía convencido ayer Dirk, que a pesar de lo que reflejaba la clasificación, con unos Mavs colistas, él todavía tenía confianza en su equipo, al cual calificaba como «decente». Recorrido el trecho del dicho al hecho. Al menos anoche. Les visitaban nada menos que los flamantes líderes del Oeste quienes, por cierto, esta misma madrugada tendrán la posibilidad de desquitarse, ya que ambos vuelven a verse las caras a las 02:00 am hora española.

Marc Gasol estuvo soberbio una vez más, con 26 puntos, 11 rebotes, 4 asistencias y la barbaridad de 5/7 en triples —actualmente con un 47,4% de acierto en casi cinco intentos por noche—, pero no fue suficiente. La otra estrella —económica y baloncestística— Mike Conley le secundó con 21 tantos. Hasta ahí. Deshacierto general en el resto de sus compañeros que solo vieron en Tyreke Evans su tercer jugador que superó los diez tantos (13).

Muchas bajas para David Fizdale todavía. No pudo contar con Chandler Parsons, Ben McLemore, JaMychal Green ni Wayne Selden.

En Dallas, Dennis Smith Jr. volvió a la rotación, y el conjunto notó nuevamente la eléctrica presencia del rookie. 19 años para 19 tantos y 5 asistencias y liderar su primer triunfo de la temporada por 103 a 94.

«Estaba deseando esto. Estaba harto de perder», aseveraba el point guard feliz por el resultado.

Entre todos los halagos recibidos al término del encuentro, debemos destacar el de su emparejamiento en la pista, Mike Conley. «Me encanta su juego. He visto un montón de vídeos suyos. Juega a buen ritmo, con paciencia. Va a ser muy especial en esta liga. Es divertido competir contra él».

Smith Jr. estuvo secundado en ataque por Wesley Matthews (16), Harrison Barnes 15), J.J. Barea (14), y Dirk Nowitzki (13). «Creo que movimos la bola mejor —analizó Barea—. Todo el mundo participó. Estamos más activos en ataque». Justo lo que estaba pidiendo hace menos de un día Rick Carlisle. Movilidad en las tropas.

Lakers —han ganado a los Wizards—, Suns, Mavericks… lo dicho. Todos repudian el papel de Cenicienta.


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