Caras conocidas en nuevos uniformes. El ranking

El traspaso de Dwight Howard dominó los titulares. Pero no se trata, ni mucho menos, del único jugador NBA prominente que este verano ha cambiado de equipo. Veamos pues, otros grandes nombres y sus nuevos uniformes, clasificándolos según el impacto que puedan generar para sus nuevas franquicias esta misma temporada.

15. Jason Kidd (Knicks). Agente libre. Contrato de 3 años y 9,3M$ con New York.

Para ésta su décimonovena temporada NBA del futuro Hall Of Famer, de Kidd se espera que reemplace a Raymond Felton y haga aquello que mejor sabe hacer: proporcionar liderazgo y hacer felices a sus compañeros en pista. Si, además, es capaz de mejorar la frágil e inestable química del equipo, los fans de los Knicks olvidarán pronto a Jeremy Lin.

14. Rashard Lewis (Heat). Agente libre. Contrato de 2 años y 2,75M$ con Miami.

All-Star en 2009 cuando sus entonces Magic llegaron a las Finales, la carrera de Rashard Lewis desde entonces no ha hecho más que caer cuesta abajo. Traspasado (dos veces), y relegado al banquillo (luego amnistiado), su intención no puede ser otra que la rejuvenecer viejos laureles en el limitado rol que ocupará en el roster del campeón. Si es capaz de conseguir un porcentaje elevado desde el triple y aportar algo de defensa interior y rebote, el objetivo de ambas partes se podrá dar por cumplido.

13. Brandon Roy (Timberwolves). Agente libre. Contrato de 2 años y 10,4M$ con Minnesota.

¿Brandon Roy?, ¿pero no se había retirado?. Sí, lo hizo el año pasado porque, supuestamente, sus rodillas estaban acabadas. Pero tras probar con el enriquecimiento vía plasma tan de moda en la Liga últimamente, decidió intentar volver, esta vez con los Wolves. Un equipo que, dicho sea de paso, necesitan un shooting guard al lado de Ricky Rubio que quite presión anotadora a Kevin Love. Con tan solo 28 años, Roy debería estar en el mejor momento de su carrera. Sus rodillas nos sacarán pronto de dudas.

12. Ryan Anderson (Hornets). Traspasado a New Orleans en un sign and trade con Orlando por Gustavo Ayón.

De estelar se puede catalogar la temporada que tuvo Anderson con los Magic el año pasado: líder en triples anotados (166), promediando 16,1 puntos y 7,7 rebotes por partido. Pero Orlando, sabiendo como sabía que Dwight Howard no seguiría este año en Florida, no quiso pagar el precio de mercado que Anderson, como agente libre restringuido que era, se había ganado sobre la pista. Así que éste firmó un contrato por cuatro años y 34M$ con New Orleans, para ser un muy buen complemento de Anthony Davis en los renovados Hornets.

11. Lamar Odom (Clippers). Traspasado a Los Angeles desde Dallas como parte de un acuerdo entre cuatro franquicias.

Recientemente Lamar Odom ha pedido disculpas (públicamente) a Mark Cuban por la temporada realizada en Dallas el año pasado. Y no se le ocurre a uno mejor manera de resumir lo allí ocurrido durante 2011-12. Pero Odom anda de vuelta por La-La-Land, donde consiguió dos anillos y donde, por supuesto, su mujer podrá hacer carrera más fácilmente en el mundo de los realities. Los Clippers simplemente esperan de Odom que se vuelva a centrar en el baloncesto y forme gran parte de uno de los banquillos más profundos de la NBA.

10. Ben Gordon (Bobcats). Traspasado de Detroit a Charlotte a cambio de Corey Maggette.

Anotador explosivo en su época en los Bulls, Gordon jamás encontró su ritmo en las tres temporadas jugando para Detroit, enmedio de una rotación en el backcourt demasiado abarrotada. Sin embargo, en Charlotte no tendrá otra cosa que muchos minutos y muchos tiros para sacar a los Bobcats de la ruina baloncestística (7-59 el año pasado). Seguro que con él los Bobcats son mejores, lo que no tiene porque significar demasiado. 

9. Ray Allen (Heat). Agente libre. Contrato de 2 años y 6,3M$ con Miami.

Con un sentimiento de desapego por falta de, a su entender, reconocimiento, el jugador que ha anotado más triples en la historia de la NBA dejó en estado de shock a los fans de los Celtics al unirse al proyecto de su actual archirival. En realidad, en cambio, puede que a estas alturas de su carrera su perfil encaje mejor en los Heat, pues allí no será necesario que Allen se cree su propio tiro. Tan solo deberá estar en el sitio adecuado y esperar a que Bron o Wade le hagan llegar el balón.

8. Jason Terry (Celtics). Agente libre. Contrato de 3 años y 15,7M$ con Boston.

Los Celtics no van a echar de menos ni por un segundo a Ray Allen si el rendimiento de Jason Terry se parece al que ha ofrecido en los Mavs durante ocho años.Curiosamente, y a pesar de sus 35 años, Terry es ligeramente más joven que Allen también, y promedió unos apetecibles 15,1 puntos por encuentro el pasado curso. El banquillo de los C’s se convierte, con su incorporación, en una auténtica amenaza. La de un jugador, además, que no se arruga a la hora de lanzar el tiro definitivo.

7. Andrei Kirilenko (Timberwolves). Agente libre. Contrato de 2 años y 20M$ con Minnesota.

Kirilenko eligió el camino de la emigración cuando el lockout paralizó la NBA ahora hace un año. En Rusia, Kirilenko fue declarado el MVP de la pasada Euroliga, además de guiar a su selección hasta el bronce en los pasados Juegos Olímpicos. A sus 31 años, AK47 puede abastecer a Minnesota de dos cosas que los Wolves desesperadamente necesitan: defensa y liderazgo.

6. Jeremy Lin (Rockets). Agente libre. Contrato de 3 años y 25M$ con Houston.

Todavía cuesta entender como los Knicks decidieron desprenderse de Lin tan poco tiempo después de que la Linsanity revitalizara a la franquicia y pusiera el mundo del baloncesto patas arriba. Pero es de suponer que en la Gran Manzana al final creyeron que estaban más delante de un fenómeno pasajero que no enfrente de un jugador sobre el que apoyar todo un proyecto. Sea como sea, la respuesta se verá fuera de los flashes que siempre iluminan todo lo que pasa en New York. Lo que, por bien seguro, será del agrado del propio Lin.

5. Steve Nash (Lakers): Traspasado a Los Angeles en un sign and trade con Phoenix por cuatro futuras elecciones de Draft.

Sorprenda o no, fueron los propios Suns los que quisieron satisfacer los deseos de Nash de ser traspasado a Los Angeles para crear un fascinante backcourt formado por dos MVPs. ¿Cuajará Nash con Kobe Bryant? Probablemente, sobre todo porque a ambos les interesa que así sea. Después de todo, Nash se ha pasado su amplia y exitosa carrera NBA haciendo mejores a sus compañeros. Y anque ni Kobe, ni Pau ni Howard necesiten explícitamente esto ahora, Nash puede ayudar (y mucho) a conseguir un nuevo anillo para los Lakers.

4. Joe Johnson (Nets): Traspasado de Atlanta a Brooklyn a cambio de cinco jugadores y una futura elección de Draft.

El absurdo contrato que acompaña a Joe Johnson (del que faltan 4 años y 89M$ por cumplir) no es obstáculo para Mikhail Prokhorov, el multibillonario propietario de los Brooklyn Nets, en su camino por tener una franquicia competitiva cuanto antes. Gustará más o menos, pero Johnson, a sus 31 años, todavía puede ser un más que buen all-around player. Más formando con Deron Williams quizá el mejor backcourt de la Conferencia Este.

3. Andre Iguodala (Nuggets): Traspasado a Denver desde Philadelphia como parte de un acuerdo entre cuatro franquicias.

Perdida entre el alboroto mediático generado por el intercambio Howard-Bynum está la recompensa que obtuvo Denver por facilitar la operación. La adaptación y rendimiento de Andre Iguodala en los Nuggets puede rozar la perfección, siendo éstos un equipo de transiciones rápidas con muchos anotadores pero sin nadie que cierre la defensa de la forma que lo hace el recientemente ganador del oro olímpico en Londres. Con Iguodala en la mezcla, los Nuggets pueden ser uno de los equipos que más ruido generen en una ya muy ruidosa Conferencia Oeste.

2. Andrew Bynum (Sixers): Traspasado a Philadelphia desde Los Angeles como parte de un acuerdo entre cuatro franquicias.

Los Sixers lo hicieron estupendamente la temporada pasada sin dos de los principales ingredientes del éxito en la NBA: altura y una superestrella. Y puede que los hayan conseguido de una sola tacada con la incorporación al roster de Andrew Bynum, que es enorme y con unos fundamentos de primer orden en ambos lados de la pista. Y lo que es mejor para Philadelphia, Bynum parece ansioso por salir de la sombra de Kobe y demostrar que él puede ser también un jugador-franquicia. Más consistencia y madurez, eso sí, que la mostrada en L.A. serán aquí imprescindibles.

1. Dwight Howard (Lakers): Traspasado a Los Angeles desde Orlando como parte de un acuerdo entre cuatro franquicias.

El movimiento de jugadores que, por sí solo, empequeñeció al resto fue el que llevó a Howard a los Lakers, para unirse a Kobe Bryant, Pau Gasol y Steve Nash. Con este elenco al lado, a Dwight Howard no se le va a pedir que sea una fuerza ofensiva, pero sí se le exigirá que domine en defensa para compensar la avanzada edad de sus compañeros. Cualquier cosa que no sea el anillo puede resultar una gran decepción.


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