¿Cómo lo han hecho los equipos en verano? División Pacífico

Comenzamos en nbamaniacs una pequeña serie de textos en los que abordaremos, por divisiones,  el trabajo de las franquicias este verano: fichajes, salidas, traspasos. Todos los movimientos que en definitiva les han hecho mejor, o peor, equipo a todas y cada una de las franquicias de la NBA. Como honor a los campeones, empezaremos analizando la labor de los integrantes de la División Pacífico, con los Warriors a la cabeza.

La Pacífico no conoce otro campeón desde 2015 que Golden State. Cuatro entorchados consecutivos que tienen todos los visos de convertirse este curso en un quinto título de división. Los Warriors han estado en el foco de las críticas este verano porque para muchos son un conglomerado de los mejores jugadores, con el consiguiente problema que supone para el resto de planteles el hecho de disputarles, y ganarles, el anillo. Un súper equipo que lo es más con la incorporación de DeMarcus Cousins, quien no obstante no será de la partida hasta que sane completamente su lesión, esto es a finales de 2018 o principios de 2019. El ya exjugador de los Pelicans no es más que otra pieza para un equipo que apunta a demoledor. En La Bahía, Steve Kerr sigue al frente y el retoque es ese, Cousins. El resto del bloque ganador, impoluto. Los pocos movimientos que han realizado, un éxito.

Aunque para éxito, LeBron

Claro, que una cosa es hablar de perspectivas de títulos de un bloque consolidado y otra es hacerlo de los Lakers. Cumplieron los angelinos y firmaron a LeBron James, un movimiento que cambia por completo la estructura de la franquicia, en la idea de que lo que cambie sea el futuro de la entidad a medio plazo. De momento, ya son candidatos a los playoffs, algo que puede sonar pobre para los Lakers pero que tiene valor si se considera que desde 2013 no pisan ese escenario. Con LeBron y la plantilla llena de huecos  han llegado escuderos veteranos como Michael Beasley, Lance Stephenson, Rajon Rondo o JaVale McGee. Además, han renovado a Kentavious Caldwell-Pope y han triunfado, entre comillas, con el buy out de Luol Deng. Triunfado porque quizá ahorrarse 7,5 millones de dólares en su despido es un éxito para poner punto y final a una de las operaciones más lastimosas de la reciente era de los Lakers. En el descargo de Magic Johnson y compañía, ellos no fueron los responsables de aquella firma en 2016. ¿Único lunar? Quizá dejar volar libre a Julius Randle.

El vecino se niega a la reconstrucción

Los Lakers y los Clippers comparten ciudad y, de momento, pabellón. Últimamente los Clippers se habían quitado ese complejo de hermano pobre de Los Angeles, pero todo apunta a que las cosas regresarán a su sitio habitual. Doc Rivers huye de la reconstrucción en una franquicia que, sin embargo, ha visto cómo se iban dos de sus estandartes en los últimos tiempos: Blake Griffin, en el mercado invernal, enviado a los Pistons, y DeAndre Jordan, que se olvidó de Los Angeles para poner rumbo a Dallas. A ello, se añade el traspaso de Austin Rivers a Washington. De vuelta, los Clippers recibieron a Marcin Gortat además de otras interesantes adquisiciones y renovaciones como las de Luc Mbah a Moute o Avery Bradley. Para reconstrucción no parece, otra cosa es que les sirva para entrar en los playoffs en el imposible Oeste.

Phoenix, esfuerzos notables para crecer rápido

Los Suns podrían recibir el premio en este texto al equipo que en conjunto, y LeBron mediante, se han movido mejor. Claro que es fácil si se tiene en cuenta que contaban con el número 1 del Draft, que fue para DeAndre Ayton. Pero en Arizona todo el empeño que pusieron por momentos en perder partidos de la temporada 2017-18, o digamos no tomárselo demasiado en serio, para abrazar ese tope del Draft, lo han transformado ahora en trabajar duro durante el estío. Y los resultados, amigos y amigas, son notables. Han renovado a Devin Booker casi para siempre, porque cinco años más de contrato en la NBA es media vida ahora mismo. Junto con ello, han firmado a Trevor Ariza y han reforzado el perímetro con Ryan Anderson, que encima ha aceptado una rebaja de su salario garantizado para la 2019-20. Es decir, ese contrato algo tóxico de Rino ya lo es menos. Los Suns, sobre el papel, han triunfado en el mercado veraniego en la División Pacífico. No era sencillo. Pasan de ser la escuadra con más derrotas a un entramado de buenos nombres que puede estar en la post temporada.

Sacramento, el ‘ladrón’ de jugadores

Los Kings han sido este verano los reyes a la hora de robar a jugadores a otras franquicias.  A principios de julio Yogi Ferrell tenía un acuerdo verbal con los Mavericks para seguir con ellos y Nemanja Bjelica otro para incorporarse a los 76ers. Pues bien, ni uno continuará en Dallas ni otro en Philadelphia. Porque ambos vivirán, y jugarán, en Sacramento, capaz de convencer tanto al base como al jugador balcánico con ofertas mejores de las que inicialmente disponían. La ley del mercado se impuso para los Kings, que además cambiaron a Garret Temple por Ben McLemore, Deyonta Davis, algo del Draft futuro y 1,5 millones de dólares. Buscar juventud, rematada esta tarea en la figura de Marvin Begley III, y andar el camino poco a poco. Las pautas eran esas y en los despachos, mal que bien, se ha pretendido cumplir esa labor.


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