Dwight Howard como secuela de Shaq

Doce años después de que Shaquille O’Neal fuera elegido con el número 1 del Draft de 1992, la suerte volvió a sonreír a Orlando Magic permitiéndoles hacer llegar a Dwight Howard también a través de la elección más alta. Aún con todo ello, todavía no cuelgan banderas de campeones de la NBA en lo más alto del Amway Center.

Howard no solo puede convertirse en agente libre el próximo verano, sino que es máximo protagonista de los rumores que por fin acechan a la Liga tras los arduos meses de lockout. Y ese es el inicio de una historia de coincidencias que casi da pavor contar. Bien es cierto que Howard ganó un concurso de mates mientras Shaq grababa videos musicales de rap, pero prestemos atención a este resto de cosas: con una perenne presencia de ambos en All-Star Games, Shaq llevó a Orlando hasta unas Finales -1995, 4-0 para Houston- (como hizo Howard más recientemente -2009, 4-1 para Lakers-) antes de fichar por la franquicia rica de Los Angeles, justo donde se rumorea con más insistencia que acabará recalando el #12 de los Magic. Uno lleva, además, tatuado el símbolo de Superman, mientras al otro no solo se le conoce por este apodo, sino que lo utiliza a su favor como cuando se puso la capa del superhéroe para ganar el concurso de mates de 2008.

En Orlando andan algunos miles de estómagos revueltos, pues parece que ambos están trazando exactamente el mismo camino. Puede que todavía tengan fe, pero ni los más osados del lugar cuentan con poder mantener a Howard en la franquicia para la temporada 2012-13, sino ésta misma.

Howard perderá un pellizco de los 17,89M$ que tiene por contrato esta temporada por culpa del lockout, y puede llegar a renunciar a los 19,26M$ de la temporada 2012-13 si opta por salir de la franquicia este verano. Y no sería la primera renuncia. El pasado verano, antes del inicio oficial del lockout el 1 de julio, Howard ya eludió firmar la oferta de renovación por dos años (hasta 2015) y 42,56M$ que le ofrecieron los Magic. Nada bueno para la franquicia de Florida, considerando la incerteza que suponía entonces el cierre patronal que estaba todavía por empezar.

Lo que ocurrió la temporada pasada con Carmelo Anthony y con la formación del Big Three de Miami, hizo ver las cosas a Howard de una forma distinta, priorizando el maximizar su rentabilidad por encima de todas las otras cosas. En su foro interno, ser como LeBron James, dicho de otra forma. Para él, ahora, se trata de estar debajo de los focos de un gran mercado constantemente. Y ni Orlando es un gran mercado, ni los focos que siguen a los Magic son demasiado potentes.

Así que la pregunta aparece sola: ¿Dónde acabará jugando Dwight Howard?

New York, Brooklyn (llámese New Jersey ahora), L.A… Sea donde sea, algo debe estar claro en los despachos de los Magic. Algo que dejó la marcha de O’Neal ahora hace más de 15 años: Orlando no dejará escapar a otro “center-franquicia” a cambio de nada, como sucedió con Shaq.

El argumento en forma de consuelo de los Magic no deja de ser cierto por más que resulte repetitivo: en Orlando, Howard es el show. Además de Disneyworld, él es el show. Allí lo tiene todo. Los sponsors interesados saben donde está Howard. No hace falta irse a New York, Los Angeles, Boston o cualquier otro gran mercado potencial para estar más expuesto. Además, en todos esos lugares ya hay más franquicias deportivas con las que compartir presencia, y otras muchas estrellas de cine. No eres solo tú.

Pero el contrato garantizado de 7 temporadas y 122M$ que sacó en 1996 Shaq con los Lakers sigue bien presente en la mente de Howard… Y esos son números de hace 15 años.

Más de 10 temporadas tardaron los Magic en recuperarse de aquel duro e inesperado golpe. Y solo hay que ver la trayectoria de los Cavaliers la temporada pasada (incluyendo la racha de 26 derrotas consecutivas) para darse cuenta de lo devastadora que puede ser la salida de Howard de Orlando a cambio de nada. Así que no esperemos otra cosa de los Magic que seguir los pasos de Denver en lo que a intercambio de jugadores (con los Knicks, en este caso) se refiere a cambio de tu gran estrella.

Si acaba recalando en los Nets, no será a cambio de menos que Brook López y un buen puñado de primeras rondas de futuros Drafts. Si finalmente es en L.A., tanto Gasol como Bynum (o bien los dos) podrían formar parte de un buen intercambio.

Encuentra las siete diferencias. Un fichaje por los Lakers acabaría cerrando el círculo, y convirtiendo las historias profesionales de O’Neal y Howard verdaderamente en una secuela. Y ella, de acabar significando más anillos para los angelinos con Superman ya en sus filas, debería significar para Orlando renunciar para siempre a un center dominante de algún día tener de nuevo la oportunidad de elegir en el número 1 del Draft.


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