Malone no solo es el segundo máximo anotador de la historia de la NBA
Monopoliza tanto la actualidad de los Rockets a cada partido que juega, que pasamos de largo sobre un registro obra de otro de sus compañeros que merecía, mínimo, su párrafo de atención.
Hablamos de James Harden (el acaparador) y Chris Paul (el del registro). Enmendamos, pues, el desliz, ya no con cuatro líneas, sino con su post exclusivo, y aprovechamos, ya que estamos, para echar otro vistazo al pasado.
En el partido del jueves donde Harden anotaba 58 puntos ante los Heat, Chris Paul se quedaba en 14 tantos, a lo que sumaba un robo de balón. No fue un robo cualquiera. Con éste, rompía el empate que le unía a Karl Malone como el duodécimo (o 11º, según se mire) con más steals en la historia de la NBA (desde que se contabilizan los mismos, año 1974). Se ponía, ya undécimo en solitario, en los 2.086. Séase, 2,2 de promedio en 14 años de carrera. Una barbaridad.
Nota: mientras esto se escribe, Paul ya lleva dos robos más en el partido ante los Celtics.
206 centímetros de músculo infatigable
Pero hoy no venimos a hablar del autor de la hazaña, sino del jugador superado. De Malone. Porque al ver la clasificación, llama la atención una cosa: el ex ala-pívot de los Jazz figura, junto con Hakeem Olajowon, como el único big man que aparece en los puestos de cabeza.
El arte de robar, siempre ha sido cosa de bajitos. Y aquí una grata excepción. ¿Cómo era esto?
With @CP3 passing him for 10th on the NBA’s all-time steals list, look back at @TheDeliverer_32’s defensive ability! #NBAVault pic.twitter.com/EfrmdyqteE
— NBA History (@NBAHistory) 3 de marzo de 2019
Pues enlazamos un breve vídeo recopilatorio de NBA History para entender que Malone era un jugador –además de increiblemente bueno– intenso, incansable, intuitivo y muy listo.
Así, tras 19 temporadas y 1,4 robos de promedio, logró colarse en una lista que no es la suya. Un ladrón de sombra desconcertante.
(Fotografía de portada de Jed Jacobsohn /Allsport)