Expediente Bogut

Eterna espera. Se ha ido retrasando con incesante lentitud la fecha de regreso de Andrew Bogut a las canchas, hasta que ya ha sido imposible sostener la realidad. Un total engaño para ser exactos.

Llevamos semanas anunciando que quedan unos días para que vuelva, y cada vez que se suponía que iba a pasar, los Warriors volvían a atrasar la fecha, “debido a complicaciones en el proceso de rehabilitación”, como rezaba uno de sus últimos comunicados. Lo que se había planteado y era de dominio público es que el center había tenido que pasar por quirófano el pasado abril para someterse a una operación en su tobillo izquierdo. Se esperaba que regresase a las actividades de entrenamiento habituales en unos tres meses. Y Bogut y su representante asintieron a lo expuesto por la franquicia.

Una vez volvió la liga, el equipo indicó que el hecho de que el jugador australiano no pudiera jugar demasiados minutos en ese comienzo de la temporada no era nada de lo que preocuparse. Rehabilitaciones cruzadas e interminables que hablaban de plazos no completados era lo único que se conocía a cerca de su estado. Lógica calma antes de la inesperada tormenta que estaba por venir.

Un informe filtrado por diferentes medios, entre los que se encuentra The Chronicle, ha destapado la artimaña de los Warriors, ya que el procedimiento quirúrgico al que se sometió Bogut no era tan leve como se contó desde un principio. “Cuando el Dr. Richard Ferkel fue a operarle, se dio cuenta de que había una micro fractura”, apunta Marcus Thompson en Contra Costa Times.

Ante el revuelo de las informaciones vertidas, el General Manager del equipo, Bob Myers, y el propio Bogut salieron ayer a dar la cara ante los medios. El secreto que los Warriors habían mantenido durante siete largos meses caía por su propio peso, justo en ese momento en el que Bogut dijo: “No quiero engañar a nadie, nunca más. No queremos seguir creando expectación [en torno a mi vuelta], tipo `Hey, Andrew podría jugar el sábado. Quizás sea el lunes. Va a volver´”.

El jugador no ha hablado antes porque el equipo le pidió no hablar de esa micro rotura. De hecho, Myers hizo oídos sordos al tema cuando los periodistas allí presentes se lo sacaron. “En cualquier lesión, no creo que haya ningún intento de fraude o de omisión”, dijo el gerente. “Tenemos que transmitir lo que creemos que es apropiado. Siempre y cuando estemos de acuerdo con el jugador y con reglas, nuestra atención se centrará en el tiempo de recuperación. Me gustaría pensar que somos transparentes y que eso siempre será así”.

¿Y ahora qué? Ésa es la pregunta que los aficionados de los Warriors se harán. Con la gestión informativa de la lesión que se ha hecho por parte de la organización poco a nada puede hacerse. Es una maniobra repetida hasta la saciedad por todos los equipos, y que volverá a repetirse con total seguridad. El mayor damnificado en todo esto será el propio Bogut.

Aun así, la situación no ha de ser tan trágica. Es probable que lo que resta de regular season se lo pierda. “Tenemos cinco meses por delante, seis si vamos a Playoffs. No creo que vaya a estar tanto como seis meses. Sería un enorme retroceso. Pero no voy a decir un mes, dos meses o tres. Sólo sé que estaré de vuelta antes de que acabe la temporada”, dijo el pívot.

Las vueltas dadas por los Warriors sólo han hecho retrasar las cosas. Y poner fechas a lesiones que no son tales ha empeorado las cosas. Al menos ahora se comprenderá la frustración que ha sentido Bogut cuando debería haber estado recuperado, pero no lo estaba. Su expediente médico sigue abierto hasta nueva orden. Quizás el de su buen nombre, por las peticiones de la franquicia, haya sufrido un tachón que deberá solucionar cuando regrese a la pista de nuevo. Quizás.


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