Kobe Bryant: Lo que debe demostrar ahora

Trece veces All-Star, cinco veces campeón de la NBA, dos veces MVP de unas Finales y líder de todos los tiempos en partidos jugados, minutos en pista y puntos anotados en una franquicia con la historia de los Lakers… a Kobe Bryant no le quedan demasiadas cosas por demostrar.

Honestamente, Kobe podría ya dejarse ir y, al retirarse, sería todavía quizá el más grande Laker de todos los tiempos (con permiso de Magic Johnson) y uno de los jugadores más importantes en la historia de la NBA. Preguntemos a Jerry West, Mr. Clutch y leyenda angelina, y seguro nos dirá que Bryant es ya el mejor jugador de todos los tiempos de Los Angeles Lakers.

Y es que no queda categoría estadística con la que Kobe deba demostrar a los fans de la Liga su dominio puro sobre la pista. Su sexto lugar en la lista de máximos anotadores de todos los tiempos en la NBA así lo certifica. Como tampoco necesita Bryant probar de nuevo su condición de campeón, pues sus cinco anillos (con y sin la ayuda de Shaquille O’Neal) no dejan dudas al respecto. Así pues, ¿qué más debe demostrar Kobe Bryant?

No debemos comprar el argumento de que Kobe tiene que mostrarnos que ésta es, de nuevo, “su Liga, tratando de quitar protagonismo a las nuevas, jóvenes y rutilantes estrellas tales como Kevin Durant y Derrick Rose. El baloncesto, debe ser un deporte donde la juventud sea alabada y, si alguna cosa, Kobe da la bienvenida siempre a la fresca competencia sin querer de ninguna forma frenarla. Tampoco debe Bryant demostrar que su comparación con los números de Michael Jordan merezca la pena, pues éste es un debate completamente distinto en el que, todo sea dicho de paso, tan solo formar parte de él ya es lo suficientemente importante. Es plausible pensar que dicha comparación, sin embargo, motiva más que cualquier otra cosa a Kobe (como afirman alguno de sus exentrenadores y excompañeros). Pero aún así, este no debe ser un objetivo de Bryant cara a la próxima temporada.

Lo que Kobe debe demostrar este próximo año es su habilidad de llevar las riendas de su equipo. Y no se trata aquí de su contribución dentro de la pista (su currículum profesional deja bien a las claras su habilidad de saber manejar a las plantillas). Se trata de llevar las riendas de toda la franquicia de los Lakers, también fuera del parqué.

Y es que los Lakers están inmersos en un profundo periodo de cambios seculares. Sin el triángulo ofensivo, capital en todos y cada uno de los cinco anillos de Kobe. Sin el arquitecto y principal proveedor del mismo (Phil Jackson). Y con la propia NBA y las consecuencias que se deriven del lockout, pisando territorio inexplorado.

El management de los Lakers ha dejado de estar en manos de uno de los más grandes propietarios en el mundo del deporte profesional americano (Jerry Buss), para pasar a las de su hijo y aprendiz (Jim Buss). Y en el banquillo, Mike Brown y su nuevo staff, no solo deben tratar de tapar el enorme hueco dejado por el Maestro Zen, sino que además deben hacerlo con nuevas ideas, métodos y aproximaciones baloncestísticas. Casi nada.

Así que al patriarca e incuestionable líder de la franquicia, le corresponde demostrar que puede ser el pilar de la estabilidad de los Lakers en este mar de fuertes corrientes y altas mareas. El cómo los jugadores de los Lakers se acerquen a Brown depende por completo de Kobe. Brown debe ganarse el respeto de Kobe y no al revés.

Todos los caminos llevan a Kobe, y serán sus decisiones, su actitud, su aproximación y su visión las que determinen el resultado para la próxima temporada de una franquicia, la angelina, que debe seguir dando pasos adelante, más después de la pronta y poco honrosa eliminación en los pasados Playoffs.

Kobe Bryant debe demostrar saber navegar en esta confusión y, sin duda, turbulencias que vienen siempre a una franquicia NBA tras tal cambio tanto en la propiedad como en la dirección técnica. Debe ser capaz de guiar a la organización (y no solo al equipo) en la dirección correcta, asumiendo no el papel de adversario contestón y sí el de asesor interno. Cuando Kobe habla, el mundo escucha, así que Bryant debe utilizar ese poder para liderar y no para protestar.

Con la determinación, inteligencia y liderazgo que Kobe nos ha mostrado a lo largo de su carrera, uno tiene pocas dudas que el jugador puede y va a responder a la llamada de la Laker Nation; demostrando, una vez más, que estamos siendo testigos del trabajo diario de una leyenda viva del baloncesto.


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