L.A. Confidential

En cinco años, Los Angeles Clippers serán más populares que Los Angeles Lakers. Puede sonar a equívoco, pero el hasta ahora hermano pobre tendrá mejor equipo y puede dar por terminadas las cinco últimas décadas de dominio laker.

Roma no se construyó en un día… pero tampoco se derrumbó en uno. Otros imperios, una vez dominados, fuero dominadores. Y lo mismo se puede decir del imperio de los Lakers, pues 50 años de relevancia en la ciudad no son una simple dinastía y sí un imperio. Sí, la historia nos dice que Los Angeles Lakers es una de las dos superpotencias de la NBA mientras los Clippers son quizá una de las últimas. Sí, Donald Sterling es seguramente uno de los peores propietarios que existen en la Liga. Y sí, Kobe Bryant juega para los Lakers, y durante mucho tiempo grandes jugadores han sentido la necesidad de formar parte de esta selecta franquicia normalmente ligada al éxito o, al menos, a buenas posibilidades de conseguirlo; al mismo tiempo que otros grandes jugadores han renunciado a jugar para los Clippers justamente para no pertenecer jamás a ellos.

Siendo todo ello cierto, un imperio está al principio de su declive mientras el otro inicia su construcción.

No se trata aquí de lanzarse al vacío sino de considerar una posibilidad que puede darse como consecuencia de la firma del nueva Convenio Colectivo, sea cuando sea que ésta se produzca. No sabemos todavía qué va a suceder con ella, aunque si estamos seguros que algo va a suceder.

De forma general, es reconocido por todas las partes en negociación que será más difícil traspasar a jugadores. A grandes jugadores, léase. La reducción inminente en el límite salarial así lo certifica. Esto básicamente nos lleva a dos conclusiones: la primera es que  tener espacio salarial en el roster de las franquicias será tan difícil como importante; y la segunda es que los nombres que aparecen detrás de las camisetas significarán más que los que aparecen delante. Jugadores por encima de franquicias.

Imaginemos que a fecha de hoy somos Chris Paul y debemos considerar nuestras opciones de futuro. Tratemos de ponernos en su cuerpo y su mente y no la de un fan que desea que el jugador recaiga en nuestro equipo:

Tras la puerta número 1 tenemos a Kobe Bryant y Pau Gasol. Entre los dos, siete anillos,  dos de ellos juntos. Así que existe la posibilidad real de hacer algo grande este año, siendo así los Lakers una opción atractiva. Sin embargo, nadie con dos dedos de frente puede negar que, tras este año, las opciones disminuyen dramáticamente. Además, los salarios de ambos se llevarán una enorme cantidad del nuevo límite salarial durante las tres próximas campañas, a razón de una media de 45M$ de media anual tan solo entre los dos. Y jugadores veteranos con tan cuantiosos contratos de este tipo deben ser causa de preocupación, considerando además que el montante salarial total de los actuales Lakers ya suma 91M$ anuales. De poder ficharte, cómo van a poder fichar a alguien más?

Tras la puerta número 2 tenemos a Blake Griffin y Eric Gordon, dos de los jóvenes jugadores más excitantes de la Liga. Notar aquí que los 44.8 puntos por partido que entre ambos anotaron la pasada temporada regular están tan solo 0.3 puntos por debajo de lo logrado por la pareja de los Lakers durante el mismo periodo de tiempo, aún cobrando 25M$ menos entre ambos. Y es que los Clippers tienen comprometidos para 2012 tan solo 24M$ en salarios a sus jugadores, y eso es menos de lo que cobrará Kobe es solito ese mismo año. Esas sí son buenas condiciones para Paul para empezar a negociar. ¿Os imagináis que lo mismo pueda suceder con Dwight Howard o Josh Smith? Los Clippers podrían fichar a los tres, unirlos a Griffin y Gordon, y todavía disponer de 15M$ para fichar a siete jugadores que cierren la plantilla. ¿No se sería eso, sino una auténtica locura, sí al menos un equipo sobre el que poder empezar a pensar en legados?.

Así pues, de ser nosotros un jugador que contemplemos nuestro futuro en la NBA, ¿querríamos pertenecer a una franquicia de rotundos éxitos pasados o a otra de posibles éxitos futuros? Y es que el nuevo Convenio Colectivo va a cambiarlo todo.

Y finalmente están los seguidores. Los Lakers tienen algunos de acérrimos, y son intensos y leales como los de cualquier otra franquicia. Lo que ocurre es que la gran mayoría de ellos no pueden permitirse pagar los precios de los abonos del Staples Center. Es lo que tiene ir ganando regularmente durante 50 años. También se consigue con ello un enorme número de seguidores que, sin ser leales, se suben al carro que más victorias da. Nadie supera en la Liga a los Lakers en número de ese tipo de aficionados.

Pero es ese un perfil de seguimiento que obedece a patrones de victoria más que de sentimiento, con lo que una mayor parte de ellos no van a quedarse enganchados con los Lakers cuando el declive de éstos empiece. No. Ese tipo de seguidores, sobretodo los del área de la ciudad de Los Angeles, van a querer cambiarse de camiseta y animar a quien más les ofrezca. Es por ello que la ahora quizá irresponsable afirmación de que, en cinco años, Los Angeles será territorio Clipper no es en realidad tan ridícula como suena a día de hoy.

La “batalla de Los Angeles” está a punto de comenzar, y los primeros disparos llegarán una vez se firme el nuevo Convenio Colectivo y termine de una vez por todas el lockout.


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